Aunque Kylian Mbappé anotó un 'hat-trick' contra el Manchester City el pasado miércoles, en el partido que metió al Real Madrid en los octavos de final de la Liga de Campeones, Jude Bellingham, al ser preguntado por Thierry Henry, se deshizo en elogios para Rodrygo Goes, al que consideró el jugador «más infravalorado, más talentoso y más dotado» del actual plantel que entrena Carlo Ancelotti.
Sus halagos no fueron vacíos, en ellos había una gran verdad, corroborada por el propio entrenador italiano en los últimos tiempos, que siempre ha valorado al brasileño no sacándolo del once aunque este no facturase tanto como Vinícius Júnior o el 'nueve' de turno.
El '11' merengue es mucho más que cifras, y eso lo sabe Ancelotti, que ha logrado de nuevo el equilibrio en un equipo que junta arriba a Mbappé, 'Vini, Bellingham y Rodrygo. Pero este último es la pieza más versátil, que menos alza la voz y, quizá, la que más valor intrínseco tiene para el rendimiento colectivo del bloque.
Bellingham, una mente privilegiada tanto dentro como fuera del césped, no tembló a la hora de analizar el rol de su compañero dentro del conjunto blanco, del que elogió que es el que «más se sacrifica» y que «no se queja y se limita a hacer lo que el entrenador le ha ordenado en todo momento».
A sus 24 años, Rodrygo parece estar dando los pasos definitivos hacia su madurez completa como futbolista. Ya ha pasado la etapa de lamentarse por ser la pieza móvil dentro del ataque del Real Madrid, por no tener una demarcación clara y verse abocado a adaptarse a una función casi a cada partido que jugaba.
También ha sufrido crisis en cuanto a aportación de goles y ser comparado con sus demás compañeros ofensivos. Pero, por ejemplo, rara vez salió en una foto por no seguir a su marca, por no ir a presionar un determinado balón o por no dejarse la piel en cada duelo.
Avalado
Y es que el brasileño, que esta campaña lleva 12 goles y nueve asistencias en 34 partidos, jugando en la banda derecha, su perfil menos bueno, suma notablemente en todos los aspectos, sobre todo en los que los delanteros suelen dejarse llevar.
Así, comparado con otros jugadores de similares características e importancia de las cinco grandes Ligas, el extremo destaca en casi todas las aptitudes que tienen que ver con la creación en ataque y con el apartado defensivo.
Es de los mejores en pases progresivos, conducciones, toques de balón en el área rival, envíos progresivos recibidos y asistencias. Todo eso habla a las claras de un futbolista de otro planeta en labores asociativas, pero no se queda ahí la cosa.
La estadística avanzada refleja que está dentro del percentil 84 en balones ganados desde el suelo, en el 85 en intercepciones y en el 95 en bloqueos por encuentro.
No es de extrañar, atendiendo a estos números, que Ancelotti considere a Rodrygo la piedra angular, y silenciosa, del Real Madrid, tanto en fase ofensiva como en la defensiva, tenga el balón o no. El '11' es un intangible porque es el jugador que ha dotado de equilibrio a un ecosistema con dos 'bestias' como Mbappé y 'Vini'.