Es una escena que se repite casi en cada salida de la Gimnástica Segoviana para visitar otros campos en esta excelente campaña que está desarrollando en el Grupo V de Segunda RFEF: directivos del equipo compartiendo palco y conversaciones de cierta cercanía con directivos de los equipos rivales. Y ahí, entre algún café y algún que otro chascarrillo, se intercambian información. Más de una vez la expedición gimnástica ha vuelto a casa pensando en cómo conseguían otros equipos ayudas institucionales que a ellos, hoy por hoy, no les llegan. La Gimnástica, que tiene alrededor de 700.000 euros de presupuesto para el primer equipo, recibe generalmente del Instituto Municipal de Deportes unos 53.000 euros en tres pagos divididos durante el año. De la Diputación Provincial, la último subvención ha estado en los 4.300 euros y, en momentos puntuales, ha colaborado sufragando los gastos de algún autobús, como en el desplazamiento masivo de la pasada campaña a Guadalajara. En general, históricamente de la institución provincial la Segoviana siempre ha sacado cantidades variables situadas entre los 3.000 y los 4.000. Y de la Junta, 5.000.
Son cifras muy lejanas a las que accede, dentro de Castilla y León, el Numancia. Un equipo que parte como Sociedad Anónima Deportiva, que desde la salida de Francisco Rubio en 2018 ha pasado por las manos de dos colectivos empresariales diferentes. El equipo numantino cuenta con un convenio, firmado a finales de 2015, todavía con el empresario soriano al frente, en el que percibe en calidad de mejora de instalaciones y con la condición de que el club y sus jugadores puedan ser utilizados como imagen corporativa institucional, 430 mil euros. Aquel convenio se firmó por cuatro años y se prorrogó por cuatro más. Hoy, sigue vigente en cantidades parecidas.
Pero es que la Diputación Provincial de Soria aporta otros 90 mil euros al Numancia, a los que hay que sumar otros 15.629,25 de parte de la Consejería de Cultura de Castilla y León por la "consolidación de la estructura deportiva y la promoción del deporte". La Gimnástica no cuenta con nada de la Junta y siempre que ha hablado con Diputación de la posibilidad de elevar las ayudas, la institución provincial ha esgrimido el argumento de que su actividad se ciñe a la provincia, quedando fuera de su zona de influencia la capital. Una línea de trabajo que, queda claro, no es homogénea en la región y que choca con las formas de repartir ayudas a equipos de fútbol de otras comunidades, como Galicia, por ejemplo. En las temporadas en que la 'Sego' pudo visitar y compartir grupo con equipos gallegos vio cómo todos ellos contaban con la ayuda de sus respectivos ayuntamientos, diputaciones provinciales, Xunta y entidades privadas con el sentimiento identitario como imagen de marca como Abanca o Estrella Galicia.
Es cierto que en este tema del reparto de subvenciones a clubes deportivos, las diferencias entre territorios se notan. Madrid, por ejemplo, es el territorio más 'hostil' porque la Comunidad no dedica nada de atención a esta Segunda RFEF. Por tanto, todo queda a expensas de los diferentes ayuntamientos y sus relaciones con cada club. Clubes, por otra parte, muy diferentes entre sí. El Sanse es una sociedad anónima, pero extremadamente diferente al Ursaria, cuya propiedad pertenece a un empresario de criptomonedas argentino y juega en un campo de césped artificial casi escondido en unas instalaciones deportivas en Cobeña. Entre todos ellos, destaca el ejemplo del Navalcarnero que, tal vez por estar más alejado de lo que suele ser un municipio dormitorio de Madrid, cuenta con un equipo con más arraigo social e institucional. El Ayuntamiento le ayuda de forma directa con 150 mil euros, además de cederle la gestión del campo de fútbol.
Con los tres equipos canarios el comportamiento de las instituciones es diferente. La Unión Deportiva San Fernando, desde el momento en que alcanzó la categoría, pasó a entrar en un grupo de equipos junto al Tamaraceite y el Panadería Pulido de San Mateo, a los que la Consejería de Deportes del Cabildo comenzó a destinar una cantidad de 150 mil euros para consolidarse en la categoría y aspirar a lo más alto. Dentro del convenio estaba el hecho de defender el nombre de la isla en sus desplazamientos, llevando en la primera temporada el patrocinio de 'Gran Canaria, Isla Europea del Deporte'. En esta temporada, el equipo luce el nombre de la isla y el logo de turismo de las Islas Canarias de forma genérica, así que completa ingresos por dichos patrocinios.
Con los dos equipos de la isla de La Palma, el comportamiento de su cabildo es diferente. Mientras el Mensajero recibe una ayuda directa algo superior a los 23 mil euros, el Atlético Paso no alcanza los 6 mil en una partida destinada a ayudas en los desplazamientos. Para dichos viajes ya reciben también una aportación específica de la Federación Española de Fútbol. Eso sí, ambos equipos reciben otro dinero aparte por el hecho de llevar ambos como patrocinador principal de su camiseta el logo de la isla. En el caso del mejor clasificado, el Paso, la Consejería de Turismo le aporta 120.000 euros como promotor de la isla.
El comportamiento de las instituciones castellano manchegas con los equipos que comparten categoría con la 'Sego' también varía mucho dependiendo del arraigo de dichos equipos y de la idiosincrasia. El Illescas, por ejemplo, actual líder un punto por encima del equipo segoviano es uno de los que mejores acuerdos tiene alcanzados presupuestariamente. De la Diputación de Toledo recibe 3.000 euros, así que en este caso es el Ayuntamiento el que sirve de pilar: 100.000 euros de subvención directa a los que hay que sumar 35 mil más por promoción, al margen de la gestión del campo y del bar de la instalación deportiva. Es más difícil seguir la pista de los números del Talavera, que sí tiene un acuerdo público con la Junta de Comunidades de 21 mil euros y que también recibe una cantidad, casi simbólica, de la Diputación Provincial.
La disparidad más absoluta es la que se encuentra entre los equipos extremeños. El Cacereño sería líder en ayudas directas, puesto que recibe una cantidad ligeramente superior del IMD que la Gimnástica Segoviana, 55.000 euros; pero 120 mil de parte de la Diputación de Cáceres. Una subvención muy fuerte en una ciudad en la que tradicionalmente el deporte rey ha sido el baloncesto, también en horas bajas en estos momentos. Otros equipos, como el Villanovense, cuentan con el apoyo no sólo de Ayuntamiento y Diputación, sino también de Junta. La cenicienta, en este caso, sería el humilde Llerenense. Salvo el apoyo que recibe de su propio Ayuntamiento, humilde, y la gestión del campo de condiciones más limitadas de toda la categoría, apenas recibe 1.500 euros de la Diputación a cambio de organizar un trofeo de categorías inferiores.
Hay dos equipos importantes por presupuesto cuyas cuentas son menos accesibles por motivos diferentes. Uno es el Guadalajara, cuya directiva se ha visto envuelta en los últimos tiempos en sospechas de formar parte de un entramado de blanqueo de capitales. En abril de 2023, el club lograba su mayor éxito en el sentido de recibir una ayuda por parte de las instituciones. El Ayuntamiento le cedía el estadio 'Pedro Escartín' hasta el año 2073. Otro caso aparte es el del Badajoz, cuyas subvenciones estuvieron congeladas y supeditadas a que orquestase de alguna forma sostenible el pago de la deuda mantenida con Hacienda. El mismo día que la Gimnástica ganaba en el último suspiro con un gol de Dani Segovia en el 'Nuevo Vivero', el club alcanzaba un acuerdo de pagos para la deuda con las arcas del estado de 475.000 euros y también con la sostenida con la Seguridad Social, de 246.000. Hace apenas cinco días, un juzgado de Málaga embargaba las cuentas del club, y de nuevo las subvenciones, por una causa pendiente de su presidente Joaquín Parra, que ya fue detenido en julio de 2021.
Con todos estos números expuestos, y con una directiva que jamás suelta prenda para protestar porque entiende que el mejor camino es el de la cordialidad con las instituciones, la Gimnástica quiere pelear por estar entre los mejores equipos en lo deportivo; porque en lo institucional y económico se queda lejos de la idiosincrasia de su propio grupo.