Después de dos meses de intensos combates del Ejército israelí en la Franja de Gaza contra Hamás, la crisis humanitaria del enclave llega a un punto de casi no retorno con más de 16.200 personas muertas y otras 7.000 bajo los escombros, según el Ministerio de Sanidad de la Franja, en manos del grupo islamista. En esta situación, el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, invocó ayer por primera vez en la Historia el Artículo 99 de la Carta de la ONU, alertando así al Consejo de Seguridad de la situación humanitaria en Oriente Próximo e instando al órgano a «presionar por» evitar una catástrofe humanitaria, y reiterando una vez más su llamado a un alto el fuego entre Israel y Hamás.

Asimismo, Guterres denunció también el colapso del sistema sanitario en el enclave palestino. «Los hospitales se han convertido en campos de batalla», señaló.

«En medio de los constantes bombardeos de las Fuerzas de Defensa de Israel, y sin refugio o lo esencial para vivir, pronosticó que el orden público se romperá completamente debido a las condiciones desesperadas, haciendo que incluso la asistencia humanitaria limitada sea imposible de entregar», vaticinó.

Sobre el terreno, Israel inició una nueva fase de la contienda tras realizar cercos selectivos a los principales líderes del grupo islamista en la ciudad sureña de Jan Yunis, mientras el Ejército hebreo continuaba una fuerte ofensiva en la Franja. Y todo ello en medio de la huida desesperada de la población que sufre una crisis humanitaria cada vez más grave.

En los últimos días, tras la ruptura de la tregua el pasado viernes, las fuerzas terrestres hebreas avanzaron en dirección sur, teniendo como principal objetivo la ciudad de Jan Yunis, considerada un bastión de Hamás y lugar de procedencia de Sinwar y del jefe de las Brigadas Al Qasam (el brazo armado del grupo islamista), Mohamed Deif.

En medio de los combates, continúa el éxodo masivo de gazatíes hacia la frontera con Egipto, en Rafa. Un residente en Jan Yunis comentó que decidieron arriesgarse a escapar del «infierno» pese a la dificultad para huir y sabiendo que ninguna ruta es segura.