Los Caballistas, en el punto de mira

Cristina Sancho
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El Ayuntamiento de Cuéllar limita a 200 el número de caballos inscritos para el encierro y las asociaciones que agrupan a los participantes expresan su malestar al considerar que no son los culpables de los problemas en la salida

Los caballistas acompañan a las reses en su recorrido por el campo. - Foto: Cristina Sancho

La participación de los caballistas y cómo actúan o no en el desarrollo del encierro de Cuéllar es objeto de debate desde hace años por distintos motivos. En algunas ocasiones, acciones inapropiadas en el traslado por el campo de los astados han tenido como consecuencia la llegada antes de la hora prevista del encierro a las calles. Este año tras analizar a través de imágenes captadas por dron, el equipo de Gobierno ha tomado la decisión de limitar a 200 los jinetes que puedan participar en el traslado de las reses desde los corrales de río Cega hasta la bajada de El Embudo.

Esta decisión que no ha contado con el apoyo de distintos representantes del Consejo de Fiestas, ha despertado más que ampollas entre los colectivos de caballistas locales y foráneos..

En años anteriores el número de inscritos ronda los 400. En 2023 fueron 430 los caballistas que se inscribieron. Hasta el año pasado la dirección de campo con Pedro Caminero y Pepe Mayoral al frente y sus jinetes llevaban un atuendo diferenciado con polos de color azul, del resto de participantes. En esta edición la distinción aumenta. La dirección de campo llevará chalecos azules, los caballistas empadronados en Cuellar, los llevarán verdes, el alcalde y organización, beige y el resto, los caballistas de fuera de Cuéllar los portarán naranjas y además no podrán llevar garrochas y actuarán como meros espectadores lo que supone mantener cierta distancia de la manada.

Estas diferencias y abanico de colores no han sentado nada bien, especialmente entre los miembros de la Asociación Amigos del Caballo que no están de acuerdo en que se trate de distinto modo a los caballistas empadronados en Cuéllar que a los de fuera. Su colectivo está formado aproximadamente con un 50% de socios locales y otro tanto de otros municipios. De hecho, ya han tenido algunas bajas. «Esto nos va a perjudicar como asociación», afirman. «Nos va a criminalizar a los caballistas de fuera, parece que somos nosotros los culpables.

No nos parece bien señalar y marcar a unos de otros», comentan indignados.
Tras el encendido debate surgido en redes sociales, Amigos del Caballo ha emitido un comunicado en el que apunta a otros motivos que no son los caballistas y que deberían tenerse en cuenta como culpables de que los últimos encierros no hayan resultado adecuadamente; entre los que señalan,  «la excesiva afluencia de gente tanto en la suelta como en pasos conflictivos de la manada como son 'las máquinas', el paso de la carretera Cantalejo, el paso del túnel de la autovía…, el encabestramiento de las reses, que los bueyes sean los adecuados para este tipo de traslado; la bravura y casta de las reses que se traen a los encierros y lo encabestradas o no que estén; el excesivo número de vehículos autorizados u oficiales que acompañan a la manada durante todo el recorrido y las personas que a pie se acercan a la manada cuando está parada que hacen que los toros se orienten y se alteren e incluso se pongan en marcha».

Todas estas causas, desde su punto de vista, han sido trasladadas en las distintas reuniones, pero afirman que no se han tenido en absoluto en cuenta por el equipo de gobierno que en un primer momento quería reducir el número de caballos a 100, apoyados en esta decisión por los representantes de la Peña taurina El Encierro. «La asociación cuellarana Amigos del Caballo desde un primer momento ha luchado por quitar esta restricción o en su defecto conseguir el mayor número de jinetes posible. Sin ningún tipo de distinción con petos ni nada por el estilo, únicamente queremos que se diferenciara a los directores de campo y sus acompañantes», señalan. Siempre se ha defendido por parte de la asociación que todo el mundo que se inscriba pudiera hacer el recorrido íntegro del encierro dado que se cuenta con el  permiso del titular del pinar por el que pasa para ello.

Desde la Entidad de Promoción y Recreación Deportiva 'A Caballo' también muestran su completo desacuerdo con la propuesta. Afirman que «los caballistas cabemos todos bien ordenados que función del director de campo y creemos que pueden ir más de 200 caballos. Hay que considerar que el ganado es bravo, que es difícil conducirlo y que el caballista que viene, viene a colaborar y a hacerlo bien y no estamos de acuerdo con la medida propuesta».
La normativa y declaración jurada que los caballistas tienen que firmar cuando realizan la inscripción indica que se debe respetar y seguir las indicaciones de la dirección de campo y es en este punto donde pone el foco la Asociación Encierros de Cuéllar. «No buscamos que se prohíba bajar a los corrales ni que se limite, sino que se organice para que el traslado por el campo no sea un desmadre. Queremos que baje todo el mundo y la gente se coloque en base a lo que dice la dirección de campo y se tire hacia adelante con los caballos y no por detrás de los animales para que no se distraigan, que haya control y no se crucen», explica el presidente de la entidad Jairo Martín.

Respecto a la división por colores según se sea vecino de Cuéllar o no, tampoco quieren que se hagan esas distinciones. «Hay gente en Cuéllar y fuera de Cuéllar valida como también los hay en ambos casos que no lo son, pero cada uno sabe sus limitaciones y cualidades físicas y mentales para saber hasta donde se puede arrimar o no», comenta Martín. Lo que si les parece adecuado es que se numeren los jinetes para controlar más a las personas, y apuntan que lo importante es que el encierro llegue bien a las calles.

Desde la Peña Taurina El Encierro, a su presidente Francisco Salamanca, le parece bien la limitación «e incluso apoyamos una propuesta más restrictiva que hizo el Ayuntamiento a un máximo de 100, pero nosotros no hemos hecho ningún tipo de propuesta». Además, recuerda que las ordenanzas han venido limitando el número de caballos que cuando se han aplicado han permitido que el encierro vuelva a la normalidad sin problemas. Asímismo han solicitado más implicación en el control de la gente que viene a caballo «que es la responsable de meter las reses hasta el pueblo, que entren andando en el embudo, trascurra bien por las calles y se pueda lidiar en la plaza que es el fin último del encierro». concluye.

A pesar de las opiniones, Cuéllar no será la única localidad que limita la participación de los caballistas en sus encierros. En este 2024, la localidad de Brihuega en Guadalajara ha hecho lo propio hasta un máximo de 70 jinetes.