La villa segoviana de Cuéllar ha vivido hoy una complicada segunda jornada de sus tradicionales encierros puesto que, tras un difícil tramo campestre, sólo cuatro de los seis toros de la ganadería Partido de Resina han podido llegar hasta la plaza y los dos restantes han tenido que ser sedados después de que los caballistas no consiguieran encerrarlos.

Desde la salida de los toros de los corrales del Río Cega, situados a cuatro kilómetros de Cuéllar, las dificultades han comenzado para los caballistas puesto que uno de los toros se ha desviado del camino marcado por los cabestros, y pese a los intentos por reconducirlo se ha separado de tal manera del grupo que ha llegado a acercarse a la Autovía de Pinares, por lo que ha tenido que ser sedado para evitar males mayores.

Los otros cinco astados, muy desagrupados, se han ido acercando lentamente hasta Cuéllar, y dos de ellos han tomado la delantera para entrar sin problemas por la zona del embudo, donde han sido recibidos por los primeros corredores, con momentos de brillantez en sus carreras.

Sin embargo, los otros tres toros han reculado cuando se encontraban cerca de entrar a la localidad, con uno de ellos remontando el Camino del Terrero, lo que ha provocado algunos momentos de tensión.

Finalmente los caballistas, con la ayuda de los cabestros, han conseguido reconducir a dos de los astados hasta las calles de Cuéllar. Allí los corredores han tenido sus momentos de lucimiento en la calle de Las Parras y de La Resina hasta entrar en la plaza de toros quince minutos más tarde de lo inicialmente previsto.

Pese a los intentos por llevarlo hasta la localidad, el sexto toro no ha dado facilidades y se ha alejado cada vez más de Cuéllar por lo que ha tenido que ser sedado.

De esta manera solamente cuatro de los seis astados han conseguido llegar a la plaza en un encierro afortunadamente sin heridos, pero complicado para los caballistas en el recorrido por el campo.