La revolución que vive la Justicia en Segovia con el traslado de los juzgados al nuevo edificio y la puesta en marcha del nuevo modelo de oficina judicial podría no haber terminado. El presidente de la Audiencia Provincial de Segovia, Ignacio Pando, apuesta por integrar en Segovia capital los juzgados de Cuéllar, Santa María la Real de Nieva y Sepúlveda. «Sería razonable que hubiese un único tribunal de instancia para la provincia porque no hay razones objetivas para que haya esta dispersión», señaló este miércoles en el programa 'Enfoque Segovia', de La 8 Segovia de Castilla y León Televisión.
La Ley Orgánica de Eficiencia Organizativa del Servicio Público de Justicia, elaborada por el Gobierno en la anterior legislatura pero todavía sin aprobar, incluía la creación de tribunales de instancia colegiados y de oficinas de justicia municipales. «Ahora mismo en Segovia capital tenemos seis juzgados de primera instancia e instrucción de los cuales uno lleva, además, violencia de género y otro mercantil. No hay una masa crítica de órganos judiciales para poder especializar, pero sí se podría conseguir si los tres de la provincia viniesen aquí porque ya serían nueve. Y con nueve es perfectamente posible dividir y que haya cinco de primera instancia, cuatro de instrucción, uno de violencia de género ya liberado de la carga civil», argumentó Pando.
Considera que el modelo actual discrimina a los vecinos de Segovia respecto a los de otras provincias. «Un ciudadano de Íscar que tiene un litigio de familia va a ir a un juzgado especializado de Familia en Valladolid, pero si es de Villaverde de Íscar va a ir al Juzgado de Cuéllar, en el que no hay ninguna especialización. [El juez] es un excelente profesional, pero abarca todo. Es como si a los ciudadanos de estos pueblos se les dijese que tienen derecho a un médico de cabecera pero que los [médicos] especialistas los tienen solo los de Valladolid».
La progresiva pérdida de servicios y la despoblación en el medio rural se agravaría con la eliminación de los juzgados de los pueblos, pero el presidente de la Audiencia Provincial de Segovia cree que sería positivo en este caso. «Se quieren mejorar las capacidades digitales no solo de los juzgados sino también de los juzgados de Paz creando las oficinas municipales de justicia dándoles servicios como ordenadores, videoconferencias... (...) Para las capitales de los partidos judiciales, pues claro, es una cosa difícil de asumir y quizá habría que hacer una labor de explicación y ver cómo van a quedar para que no resulten perjudicados», añadió Pando.
Puede servir de ejemplo la puesta en marcha de la nueva oficina judicial en Segovia, que ha supuesto que todos los juzgados se desprendan del proceso de ejecución en favor de un servicio común creado al efecto. «En los lugares en los que se ha implantado la oficina judicial única y ya llevan un rodaje sí que funciona entonces luego claro. Aquí, a medida que pase el tiempo, habrá que ver si efectivamente está correctamente dimensionada, si a lo mejor hacen falta más funcionarios, pero yo creo que es un paso para mejorar la eficiencia», opinó Pando en el transcurso de una entrevista en la que también se refirió al futuro del Palacio de Justicia de la calle San Agustín, donde tan solo se ha quedado la Audiencia Provincial con una decena de funcionarios: «Yo tenía, por ejemplo, como propuesta posible que tuviésemos unas aulas preparadas para descentralizar actividades de formación judiciales que se hacen en Madrid, que es una ciudad muy cara.
-¿También manejaba la idea de crear una gran sala de vistas ante la falta de una en el nuevo edificio en la que poder celebrar macrojuicios?
-Sería una una solución. Lo que pasa es que ahí entramos en la cuestión de que eso ya exige un estudio -yo creo que arquitectónico- porque es un edificio que cumple ahora 60 años y hay que ver si hay columnas, muros de carga...
Pero preocupa más el retraso que acumula la Justicia tras un 2023 marcado por las huelgas de los letrados de la Administración de Justicia, primero, y del resto de funcionarios, después. Tampoco se pierden de vista las dificultades que plantea la lucha contra la ciberdelincuencia. «Uno de los principales problemas de la nueva delincuencia es que no atiende a límites geográficas. A veces son estafas que no son de mucha relevancia y averiguar quién ha podido ser es muy complicado porque hay que hacer muchas pruebas tecnológicas, hacer peticiones a otros países... Para esto hace falta a lo mejor un juzgado especializado», apuntó Pando en La 8 Segovia.