Nadie imaginaba hace solo dos décadas, en plena efervescencia tecnológica, que una simple plataforma de vídeos iba a convertirse con el tiempo en un lugar revolucionario, donde los usuarios podrían subir sus propuestas audiovisuales y convertirse en auténticos profesionales, además de, en algunos casos, hacerse ricos. Hoy, YouTube es mucho más que un sitio para ver contenido, es un ecosistema global que conecta a creadores, audiencias y marcas en un universo digital sin límites.
Fue un 14 de febrero de 2005 cuando apareció en una todavía incipiente internet YouTube, con el objeto de que la gente corriente la usara para compartir sus vídeos caseros, pero ni en sus sueños más ambiciosos sus creadores hubiesen podido imaginar que esta app fuese a transformar de una forma tan disruptiva tanto el sector audiovisual como el del entretenimiento.
Los nombres detrás de este concepto son los de Steve Chen, Chad Hurley y Jawed Karim, tres exempleados de la empresa de comercio electrónico PayPal.
El primer vídeo, subido por uno de sus fundadores, Jawed Karim, mostraba una visita al zoológico de San Diego y duró apenas 19 segundos. Hoy, la plataforma alberga más de 14.000 millones de clips -y se suben unos tres millones al día-, con producciones que rivalizan con las de Hollywood en términos de calidad e inversión.
En ese océano de vídeos se encuentran desde los populares tutoriales How to...? (¿Cómo..?) -que lo mismo explican cómo cambiar una bombilla, cómo maquillarse la raya del ojo o cómo confeccionar un videotutorial-; hasta videoclips y covers o versiones -los vídeos aficionados de YouTube fueron clave para lanzar al estrellato a Justin Bieber, Dua Lipa y Ed Sheeran, entre otros-.
Hay espacio incluso para superproducciones como las del youtuber MrBeast, quien hace tres años recreó las pruebas de El juego del Calamar, un contenido que cuenta con 742 millones de reproducciones.
Una nueva profesión
La importancia de esta plataforma ha crecido tanto que ha propiciado una nueva categoría profesional: la de creador de contenido a tiempo completo, función que se ha convertido en uno de los objetivos más populares entre los jóvenes. Ese trabajo tiene incluso un nombre propio, youtuber.
Casi uno de cada tres niños de entre ocho y 12 años indicaron que ser youtuber era su principal opción profesional, más del triple de los que eligieron ser astronauta, según una encuesta mundial realizada por la firma de análisis de mercado Harris Poll.
La persona que cuenta con más seguidores -360 millones, para ser exactos- es Jimmy Donaldson, más conocido por su seudónimo MrBeast, un joven estadounidense de 26 años que lleva desde 2016 subiendo vídeos. Hasta la fecha tiene casi 850 trabajos, los últimos superproducciones millonarias.
Donaldson indicó a Time que su canal genera unos 700 millones de dólares al año. «Cada vídeo me produce un par de millones en ingresos por publicidad», señaló. Pese a que las cuentas más conocidas suelen ser de Estados Unidos, la India también tiene mucho peso en la plataforma. El segundo canal con más suscriptores -286 millones- es T-Series, que es una productora cinematográfica.
El líder de búsquedas en internet, Google, compró la startup YouTube por 1.650 millones de dólares, en 2006. Desde entonces han surgido nuevas plataformas que le hacen cada vez más sombra, como la de streaming Twitch -que pertenece al gigante Amazon- o las redes sociales Instagram -ahora propiedad de Meta- y TikTok -de la china ByteDance, cuyo futuro en EEUU es incierto-.