Esencia italiana en el corazón de Almería

Agencias-SPC
-

La Villa de Gádor sigue los pasos del famoso limoncello de Campania y apuesta por su licor de mandarinas ecológicas

La empresaria Amparo Pérez es el alma mater de esta bebida, llamada ‘El Gadorense’ - Foto: Carlos Barba (EFE)

Si la región italiana de Campania es famosa por su limoncello, la Villa de Gádor, ubicada en la comarca almeriense del Bajo Andarax, aspira ahora también a alcanzar la popularidad de la mano de un licor autóctono, elaborado con mandarinas ecológicas cultivadas en este municipio conocido por sus cítricos.

El Gadorense, como se ha bautizado al producto, es la apuesta de una empresa familiar situada en el corazón del Valle del Andarax, en el que hay una cultura de más de 100 años en el cultivo de estas frutas, con una gran relevancia de la agricultura ecológica, gracias a un microclima ideal para la obtención de estos licores incluidos en Sabores de Almería, primera marca gurmet de la provincia.

Amparo Pérez es la cara visible de esta compañía y revela que fue su hermano Francisco, fallecido a principios de 2019, el que dos años antes comenzó a realizar las primeras pruebas.

«A él le gustaba el limoncello y elaboraba uno casero. En un momento dado se preguntó por qué no probaba a hacerlo con mandarina. Y así comenzó a producirlo. Ya que tenemos un restaurante en Gádor, ahí empezó a hacer un pequeño estudio de mercado, dándoselo a probar a los clientes», relata.

Fueron estos primeros catadores los que lo animaron a comercializarlo de forma profesional y ya en 2018 decidió que valía la pena intentar formar parte de Sabores Almería, tomando la decisión de acudir a una feria impulsada por este sello de calidad andaluz.

«Cada año recolectamos las mejores mandarinas, con sumo cuidado, y llevamos ese aroma y ese sabor tan característico de los cítricos de aquella zona a nuestra fábrica, con el objetivo de hacer sentir a quien lo prueba que está allí», asevera Pérez.

De este modo, la empresaria subraya la vinculación de la Villa de Gádor con las naranjas y mandarinas, y confiesa que el nombre de El Gadorense se debe precisamente a la «implicación» de su hermano con todo el pueblo, al querer que fuese «un homenaje a los agricultores que llevan tantos años dedicándose a eso».

«Todo el proceso es completamente manual, desde el origen de los ingredientes hasta la colocación de las etiquetas, porque somos una empresa pequeña (…) Los que hacen licor en su casa dedican menos tiempo para que macere. Nosotros lo dejamos prácticamente un año para que coja sabor», explica.

«En la elaboración se pierde mucho alcohol, a lo largo de las distintas fases del proceso, porque queremos sacar esa esencia sin ningún tipo de químico o aditivo», añade.

Unas 2.000 botellas

La producción varía en función del año, pero con la recolección de mandarinas que llevan a cabo en El Gadorense tendrían para unas 2.000 botellas anuales, llegado el caso.

«Ya hay un montón de gente que lo conoce y viene expresamente a por una», sostiene esta andaluza, y pone como ejemplo a «una inspectora del norte» que ya es cliente y amante de este licor.

«En Almería tenemos productos buenísimos y hay que promocionarlos. La verdad es que Sabores Almería y la Diputación -impulsora de la marca- ayudan mucho a los pequeños negocios. Yo no podría estar en mi local del pleno centro de la capital una semana sin ellos», afirma, por otro lado, Pérez.

«La respuesta de la gente es bastante buena y durante las pasadas  Navidades crecieron mucho las ventas. En verano también, pero en estas fechas, especialmente, porque se regala mucho. Hasta se llevan las botellas al extranjero. Aunque también es muy importante para nosotros el mes de febrero, que es cuando se celebra el Día de la Naranja en Gádor», concluye.