Menos de un año llevaban casados Nacho Martín Encinas y Alicia Benito cuando ella se quedó embarazada de su primer hijo, Pepe, que el próximo curso ya comenzará el segundo ciclo de Infantil. «Vivíamos en Segovia, una ciudad tranquila, perfecta para tener hijos, fácil con la ayuda de las familias. Todo estaba a nuestro favor para ser padres, al final vivir en una ciudad como Segovia creemos que facilita esta toma de decisiones. Si hubiéramos vivido en Madrid para nosotros hubiera sido impensable tener hijos», cuenta este matrimonio ya inmerso en la crianza de su segundo hijo, Santiago, que nació el pasado mes de noviembre: «Vino un poco antes de lo esperado, sin pensarlo, pero estamos contentos. Está siendo complicado. Estamos en una etapa en la que los dos son muy pequeños, no te puedes despistar ni un segundo y tienes que estar pendiente las 24 horas del día y los siete días de la semana. Pero compensa y nos anima pensar que se llevan solo dos años y que Santi va a ser el mejor regalo para Pepe en el futuro, aunque ahora sea duro para él».
La llegada de los hermanos al hogar implica cambios. «Pepe no lo demuestra a diario, pero está durmiendo peor, hace más llamadas de atención... Entre los terribles dos y el hermanito se nos ha juntado todo», se ríen Nacho y Alicia, que apelan a lo que les enseñaron a ellos sus padres: «Son nuestro modelo a seguir. Por suerte Nacho y yo tenemos los mismos valores, la misma educación más o menos, aunque cada casa sea distinta, así que eso se lo intentamos inculcar a nuestros hijos». De formar familia numerosa todavía no quieren hablar, pero no lo descartan para el futuro.