La Guardia Civil de Segovia ha detenido a dos hombres, de 46 y 49 años, de nacionalidad española y vecinos de Madrid y Ávila como presuntos autores de tres delitos de robo con fuerza. Entre finales del pasado año y principios de este se tuvo conocimiento de la comisión de tres delitos de robo con fuerza perpetrados en el interior de dos establecimientos públicos, uno hostelero y el otro una farmacia, así como en el interior de una vivienda utilizada como domicilio habitual de sus propietarios, todos ubicados en la localidad de Marugán. Fueron sustraídos diferentes efectos, dinero en efectivo, comida y bebida, joyas, dispositivos electrónicos y medicamentos, alguno de ellos psicotrópicos.
El Equipo de Policía Judicial de El Espinar inició entonces una investigación, con la que, tras realizar las primeras indagaciones sobre la forma de cometer los hechos delictivos y otras numerosas gestiones, pudo averiguar la identidad de los presuntos autores. Finalmente, en coordinación con el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Santa María la Real de Nieva, fue realizada una entrada y registro en una vivienda de uno de los implicados, segunda residencia ubicada en una localidad segoviana, donde fueron hallados parte de los objetos y medicamentos sustraídos.
Posteriormente los agentes realizaron gestiones con una distribuidora farmacéutica para averiguar la trazabilidad de los medicamentos intervenidos en el registro, y verificar así que pertenecían a la farmacia afectada. Además, en la vivienda fue intervenido un documento de identificación personal que figuraba como sustraído en Asturias, según la base de datos policiales, por lo que al propietario de la citada vivienda se le imputó también como presunto autor de un delito de hurto.
Por todo, los dos hombres fueron detenidos y puestos a disposición del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Santa María la Real de Nieva. A los detenidos les constaban antecedentes policiales por la comisión de hechos delictivos de características similares. Uno de ellos ocupaba viviendas en Segovia y Madrid cambiando de domicilio constantemente, lo que dificultó su localización y posterior detención.