Tras tres años en activo desde su recuperación, el Centro de Iniciativas Turísticas Villa de Cuéllar no pasa por su mejor momento. En 2020 tras la pandemia un grupo de 30 hosteleros, comerciantes y productores retomaron el colectivo que estaba inactivo en manos del Ayuntamiento desde su creación en 2008. Ahora es el momento de renovar la Junta Directiva y en la última Asamblea General, ninguno de los 80 socios, de los que 15 acudieron a la reunión, han dado un paso al frente para tomar el relevo. Desde la Junta Directiva en funciones se ha dado una moratoria de 15 días para que recapacitar sobre la situación e intentar formar un nuevo grupo de trabajo, ya que de lo contrario,el CIT está llamado a desaparecer.
En la sombra sobrevuela la intención de algunos comercios de crear una nueva asociación de comerciantes que también existió hace años pero que quedó inactiva por falta de implicación. En la reunión se planteó que ese grupo de comerciantes tomen el relevo de la junta directiva y aprovechen que ya está creado el organismo que además también agrupa al comercio.
Tras la celebración de la paella solidaria en la III Marcha contra el Cáncer en Cuéllar en la que se repartieron unas 900 raciones, el CIT ha acordado dar una cuantía económica a un grupo de vecinos del barrio de San Gil para la compra de materiales y la decoración del barrio en Halloween. Asi mismo, el Centro de Iniciativas Turísticas colaborará en el concurso de pinchos que un grupo de bares está preparando para su celebración el primer fin de semana de noviembre. Pero sin junta directiva por el momento, quedan sobre la mesa campañas de promoción importantes para el CIT, los asociados y el municipio de Cuéllar y su comarca como la campaña de boletos de Navidad que tiene muy buena aceptación entre los consumidores.
Esta campaña ayuda a generar un movimiento económico que ronda el millón de euros y que además repartió 3.000 euros en premios el último año. «La campaña de Navidad está en el aire. Es muy deprimente que la gente no quiera participar. No me parece justo para Cuéllar, creo que el CIT puede tener mucho recorrido, afecta al turismo, a la hostelería, al comercio… a futuro se puede crear mucho y también crecer, pero hay que participar», afirma la presidenta en funciones Lucía Arranz, quien ya manifestó en primavera su intención de dejar la junta directiva, junto con el resto de miembros.
En estos momentos hay muchas cosas en el aire. Al menos una de las cinco personas que engloban la junta podría permanecer en ella unos meses más, pero es necesario que se sumen otros socios. Sobre la mesa se ha puesto la posibilidad de contratar a una persona que haga las funciones de gerente, bajo las ordenes de la junta directiva, y se encargue del funcionamiento y organización de actividades en el CIT. Para esto sería necesario aumentar las cuotas de los socios que servirían para pagar el sueldo a media jornada de esa persona que tiene que ser dinámica, con unos conocimientos, con capacidad de gestión…
Posibilidades de continuidad a corto plazo hay, pero para que salga adelante es necesario la implicación de los socios y eso parece más complicado. En la última asamblea se contó con la presencia de la concejal de Desarrollo Económico, Lucia Arranz, de Izquierda Unida. Desde el Ayuntamiento no se contempla la opción de asumir la presidencia como si ocurrió en el momento de creación de la entidad. Muchos socios consideran además que no todo debe recaer en el Consistorio, sino que el CIT como entidad propia, empresas, comercios, servicios y productores cuenta con personas suficientes para que pueda salir una nueva junta directiva.
La concejal manifiesta que «sería una pena que se perdiera, desde el Ayuntamiento daremos todo el apoyo, pero es una asociación independiente y el Ayuntamiento no se puede ocupar de las asociaciones que se queden sin junta directiva», indicando que habría que buscar la forma para en caso de no salir junta directiva, se pueda quedar en 'stand by' y no desaparecer. «Lo importante es mantener el organismo y seguir haciendo actividades, aunque sean menos, pero seguiríamos generando presencia y nuevas ideas», considera la presidenta en funciones.
La situación que atraviesa el CIT es un reflejo de la localidad. El sentir en la calle y el comentario es que 'Cuellar está muerto'. Muchos consideran que la villa no está al nivel que tendría que estar siendo el municipio de mayor población de la provincia y cabecera de comarca.
«Esta situación es el resultado de muchos años de desidia, decadencia, problemas y cosas que nadie queremos asumir a nivel de unión y somos prácticamente una ciudad pueblo dormitorio. Hay que tomar un punto de inflexión», considera Arranz, quien cree que durante el año y medio de su junta directiva se ha contribuido a hacer más actividades con el CIT y a que poco a poco se conozca que es. «Si desaparece va a ser triste para el pueblo», opina a la par que invita a la reflexión.
La última actividad del CIT ha sido la paella solidaria con la AECC, pero a lo largo del año y medio se ha recuperado un día de magia en la villa, se ha mantenido la campaña de Navidad aumentando los premios, los concursos de escaparates y decoración de fachadas. También ha colaborado con el Festival de Teatro y Música Festeamus, en la festividad de San Miguel con una charanga, en Halloween, en las actividades de Fecose y el Día del Comercio, y se han colaborado con las pruebas deportivas como el duatlón, la carrera de las Murallas o la San Silvestre entregando como premios vales regalo para consumir en los comercios. También se ha ayudado a mantener la tradición de belenes vivientes, se colaboró con el Club Ciclista San Miguel con las huchas solidarias y ha estado presente en diferentes organizaciones provinciales y regionales además de ser el primer año que consigue una ayuda económica de la Federación de CIT's de Castilla y León. Todo esto puede seguir o no. El próximo 23 de octubre los socios decidirán el futuro del Centro de Iniciativas Turísticas Villa de Cuéllar.