El taller o el estudio de un artista tiene el aura de un templo en el que tiene lugar la liturgia en la que lleva a cabo un proceso en el que el trabajo y la inspiración se dan la mano para transformar un lienzo en blanco o un bloque de piedra en una obra de arte. Los pintores y escultores cuidan mucho el entorno en el que trabajan y son celosos de su intimidad, pero en ocasiones abren las puertas de sus talleres para dejar ver el templo en el que consuman la liturgia de la creación artística.
Este es el objetivo de la exposición 'El Taller del Artista' que trae al Torreón de Lozoya una selección de 90 fotografías procedentes de los archivos fotográficos del Instituto del Patrimonio Cultural de España (IPCE) en la que se pueden ver los distintos espacios de creación de pintores y escultores españoles de la primera mitad del siglo XX, realizadas por algunos de los fotógrafos más prestigiosos de la época.
La exposición, que cuenta con la colaboración del Ministerio de Cultura y La Caixa, abre el calendario expositivo de la Fundación Torreón de Lozoya para el presente curso, y permanecerá abierta al público hasta el 10 de noviembre.
Con el comisariado de Isabel Argerich y Óscar Muñoz las imágenes de la muestra, realizadas por Mariano y Vicente Moreno, Ruiz Vernacci, el Conde de Polentinos, Cabré o Pando, unen su valor documental al estético y manifiestan la maestría técnica de estos fotógrafos
Entre ellas no faltan los testimonios de artistas segovianos, de creadores foráneos que se afincaron en Segovia o que trabajaron en la ciudad durante un tiempo, como Aniceto Marinas, Daniel Zuloaga, José María López o Joaquín Sorolla. Óscar Muñoz precisa que la selección fotográfica «ní permite adivinar la riqueza de su entramado y de las distintas realidades que coexistieron durante aquellas décadas».
El recorrido expositivo se articula en cinco bloques, conforme a un criterio de ordenación "que conjuga factores cronológicos, temáticos y estilísticos». Así, el primer ámbito de la muestra acoge el bagaje artístico decimonónico de los autores seleccionados a través de la pintura de historia y paisaje, de la que fueron exponentes Moreno Carbonero y Beruete. El segundo bloque agrupa 'Costumbrismo y Modernismos', una serie de artistas cuyo mundo creativo se inspiró en el folclore, costumbres, indumentarias y tradiciones de las regiones y pueblos de España, entre los que destacan López Mezquita, Sorolla, Chicharro, Plan y Romero de Torres, entre otros.
El apartado 'Artistas de Sociedad' está compuesto de retratistas cuya clientela pertenecía a familias adineradas, eclesial o militar o a la Casa Real como Moreno Carbonero o Caprotti. El bloque 'Aires de renovación' incluye a artistas con un estilo y actitud ajena a las normas académicas. Sus obras viran hacia asuntos y estilos definitorios del siglo XX, llegando a transitar el terreno de la vanguardia como Maruja Mallo y Jorge Oteiza.
Por último, la exposición concluye con un grupo de imágenes tomadas durante la Guerra Civil española y la primera década posterior, hasta llegar a la mitad del siglo. Por su parte, las fotografías de posguerra muestran la vuelta a la 'normalidad', con el resurgir de una cierta modernidad visible en el estudio de Javier Clavo, con su pintura reminiscente de Picasso o Antoni Clavé.