Las asociaciones Amigos del Patrimonio y la de Vecinos del Recinto Amuralaldo (AVRAS) han realizado una denuncia conjunta y, al mismo tiempo una propuesta, para que el alcalde de Segovia, José Mazarías, dé marcha atrás al proyecto de trasladar al edificio CIDE varios servicios municipales y en torno a dos centenares de empleados, y apueste por permanecer en el casco histórico, concretamente en la antigua sede del Instituto Nacional y la Tesorería de la Seguridad Social (INSS).
Ambas asociaciones coinciden en calificar de "nuevo revés" para la esperanza de vitalidad del centro histórico de Segoviala "la mudanza de 200 funcionarios de los servicios municipales al edificio CIDE, concebido para usos que nada tienen que ver con el que ahora se le destina".
Con el propósito de buscar una alternativa a la ubicación de los servicios que se pretende trasladar, y con el fin de que permanezcan o regresen al centro histórico, los presidentes de ambos colectivos, Pedro Montarelo y Clemente Oria, se entrevistaron el 31 de enero con la subdelegada del Gobierno en Segovia, Marian Rueda, para conocer la disposición del Ministerio sobre la posible cesión al Ayuntamiento del antiguo edificio de la Tesorería de la Seguridad Social (INSS), inmueble situado en la plaza de la Reina Doña Juana del casco antiguo de Segovia.
"Este edificio ya había sido contemplado por los equipos de gobierno del Ayuntamiento como posible albergue de los servicios municipales ahora dispersos por varios puntos de la ciudad", recuerdan en ambas entidades, donde consideran que es una solución que permite la reutilización de edificios, ahora abandonados, y permiten mantener con "vida" cívica el centro histórico de Segovia.
Añaden que esto permitiría, además, "aprovechar la mayor fortaleza que aún le queda al centro histórico: ser el punto mejor comunicado por transporte público de la ciudad".
Aseguran que la subdelegada del Gobierno les transmitió que desde el Ministerio existe voluntad de llegar a un acuerdo favorable a los intereses de la ciudad con el Ayuntamiento, y se comprometio a colaborar con las autoridades locales para lograr el mejor acuerdo posible.
"A veces es necesario recordar lo más obvio y, en este caso es dejar claro que lo que ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad es 'la Ciudad Vieja de Segovia y su Acueducto' y es, por consiguiente, la conservación y la defensa de esa ciudad, en su condición de tal, lo que obliga a las administraciones y a los propios ciudadanos a mantener esa condición. La UNESCO afirma que la conservación de las ciudades históricas compete en primer lugar a sus habitantes. Es claro que mal van a cumplir su encargo si se les echa de ellas", recalcan los responsables de AVRAS y de Amigos del Patrimonio.
Ambos colectivos ciudadanos creen que "sería un punto de inflexión, un gesto al menos, muy significativo, que, por fin, una administración apueste por revertir el proceso de vaciamiento del barrio histórico. Las instituciones tienen la obligación de garantizar y promover el enriquecimiento del patrimonio histórico, cultural y artístico de los bienes que lo integran, cualquiera que sea su régimen jurídico y su titularidad", argumentan citando el Artículo 46 de la Constitución Española, al tiempo que añaden que "vaciar o abandonar los edificios donde se prestaban servicios se da de bruces con ese mandato".
Ambas asociaciones convergen en defender que "un patrimonio habitado es un patrimonio conservado y un patrimonio conservado es un patrimonio habitado" y advierten de que eso es "lo que debería ser una evidencia para todos y un objetivo urgente e ineludible de todas lasadministraciones, especialmente, en este caso, para el Ayuntamiento, que tiene en su mano revertir ese proceso galopante de vaciamiento".