La natalidad repunta pero es un 21% menor que hace una década

Nacho Sáez
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Los 1.009 nacimientos registrados el año pasado en la provincia representan la cifra más alta desde 2019.

La natalidad repunta pero es un 21% menor que hace una década

2024 fue el año de Gonzalo, Santiago, Vega, Sira, Raúl y otros 1.004 niños más. Cada uno con su propia intrahistoria personal y familiar pero todos con un nexo común: todos nacieron en 2024 y entre todos contribuyeron a que la natalidad se situara en su techo más alto en Segovia del último lustro y a que la provincia marca la segunda subida más alta del país en este ámbito. Una realidad que no oculta, sin embargo, que la cifra de nacimientos es un 21 por ciento más baja que hace una década.

La pequeña Vega vino al mundo el pasado 19 de septiembre y premió la constancia de sus padres, Kenia Aguilar y Sergio Perela. «Llevábamos buscándola tres años y pico. Todas las pruebas que nos hacíamos decían que todo estaba bien, pero yo ya había interiorizado que a lo mejor no llegaba. Además, yo me estaba acercando a una línea roja porque tengo 47 años», relata Perela, ahora de permiso de paternidad pero ya sumergido en las dificultades que frenan a otros a la hora de ser padres: «Tanto mi mujer como yo tenemos horarios partidos en nuestros trabajos, que es algo que no ayuda porque al final estás prácticamente todo el día fuera. Tienes que confiar en que la familia te ayude y la familia también quiere ayudar y va a estar. Pero ellos ya han tenido sus hijos, ya los han criado y esa no es su misión. A tu hija la tienes que criar tú. Y las opciones 'post', cuando se acaban los permisos, no existen, tienes que buscarte la vida».

La estabilidad laboral es otro de los factores que más influye en la decisión de tener hijos. Sandra Monjas, enfermera, estaba preocupada por la suya pero con el apoyo de su pareja, Néstor Martín Gómez, decidieron dar el paso hacia adelante. «Entedemos perfectamente a las parejas que no se deciden a dar el paso de tener hijos. A nosotros nos costó un montón tomar la decisión. Siempre estábamos muy preocupados porque nunca nos parecía el momento perfecto y ahora, sinceramente, nos hemos dado cuenta de que nunca le hay. La situación perfecta no existe porque es muy probable que tengas miedo por tu estabilidad laboral, por no saber si vas a hacerlo bien, si es mejor que nazca en invierno o en verano... A nosotros siempre había algo que nos frenaba, pero creemos que hay que tener hijos», señala este matrimonio, padres de dos niños de dos años y diez meses, respectivamente.

Más de 1.000 familias segovianas decidieron desafiar estos miedo y tuvieron un hijo en 2024. Según los datos publicados hace unos días por el Instituto Nacional de Estadística (INE), el año pasado hubo 1.009 nacimientos en Segovia, lo que constituye la cifra más alta desde 2019, cuando se registraron 1.025. También es una de las dos únicas subidas de la natalidad que se han producido en la provincia en la última década. Diez años que habían sido de constante caída salvo por el pequeño repunte contabilizado en 2022 (967) respecto a 2021 (949).

Las mujeres de 30 a 34 años protagonizan el repunte de los nacimientos el año pasado. La mayoría de las madres de 2024 (327) se encontraban en esta franja de edad, seguidas por las de 35 a 39 años (296), las de 25 a 29 años (197), las de 20 a 24 años (82) y las de 40 a 44 años 80). El análisis de la evolución de la edad a la que las segovianas deciden tener hijos revela un cambio de tendencia en la última década. Mientras que la caída de la natalidad de las que tienen entre 35 y 39 años se situó en un 21%, la de las de 30 a 34 años ascendió al 32%.

Cada vez los segovianos tienen hijos más tarde a pesar de excepciones como Nacho Martín Encinas y Alicia Benito, que a los 30 ya estaban esperando a su primer hijo y a los 33 ya han tenido al segundo. «Vivíamos en Segovia, una ciudad tranquila, perfecta para tener hijos, fácil con la ayuda de las familias. Todo estaba a nuestro favor para ser padres, al final vivir en una ciudad como Segovia creemos que facilita esta toma de decisiones. Si hubiéramos vivido en Madrid para nosotros hubiera sido impensable tener hijos», explican, al tiempo que relatan cómo están viviendo ser padres en esta primera etapa: «Está siendo complicado. Estamos en una etapa en la que los dos son muy pequeños, no te puedes despistar ningún segundo y tienes que estar pendiente las 24 horas del día y los siete días de la semana. Pero compensa y nos anima pensar que se llevan solo dos años y que Santi va a ser el mejor regalo para Pepe en el futuro, aunque ahora sea duro para él».

Elena Martín Sanz y Héctor Sastre también tienen dos hijas y de las mismas edades que los de Nacho y Alicia, pero se animaron más tarde a buscar descendencia. «No lo teníamos claro al cien por cien. Al final tener un hijo es una responsabilidad, así que pensábamos que si teníamos hijos, pues que fenomenal, pero si no los teníamos nuestra vida no iba a ser menos», cuentan Elena y Héctor, de 43 y 41 años, respectivamente, felices con la decisión que tomaron al final. «[Ser padres] es Es espectacular porque vuelves a descubrirlo todo con unos ojos inocentes de niños. Te hacen volver a tener sensaciones, experiencias y a revivir  cosas buenas –y algunas también malas– de cada una de nuestras vidas que de otro modo no habríamos recuperado», destacan. 

Con la llegada de Zoe, su hija mayor, de casi tres años, su vida cambió en muchos aspectos. «Si no me hubiera quedado embarazada de ella, no nos habríamos planteado venir a Segovia porque, comparada con Madrid, tiene unos límites. Pero al final la red de apoyo es importante y la red de apoyo estaba aquí», apunta Elena, que también reconoce que el nacimiento de sus hijas supuso un baño de realidad sobre lo que significa la paternidad: «Aunque antes te cuenten cosas, solo se vuelve real cuando tienes a tu hijo. Y ahí es cuando te das cuenta de que faltan recursos, que los métodos de conciliación no son suficientes... Si hubiéramos pensado en la conciliación antes de tener hijos, no nos lo habríamos planteado nunca».

Castilla y León completó este curso la extensión de la gratuidad de la educación infantil a los niños recién nacidos. Sea por esa circunstancia o no, nuestra comunidad autónoma  cerró 2024 con 13.120 nacimientos, 621 bebés y un 5 por ciento más que en el 2023, frente al 0,43% nacional, con el tercer mayor incremento autonómico después del 13,31% de Cantabria y el 5,75% de Baleares. Solo en diciembre nacieron en Castilla y León 1.034 bebés, ligeramente por debajo de los 1.061 de noviembre y de los 1.107 de setiembre, aunque un 10% más que los 940 recién nacidos de diciembre del 2023, según los datos del INE.

Por provincias, solo en Soria nacieron en  2024 menos bebés que en el 2023, con una caída del 1,85% y 492 nacimientos el pasado año, frente al 9,77% de incremento que anotó Segovia (1.009 nacimientos), el 8,15 de León (2.274 bebés), el 6,03 de Burgos (2.120) o el 5,89% de Ávila (881 bebés). Los nacimientos aumentaron el año pasado un 5,10 en Palencia (828), el 1,98% en Salamanca (1.716), con un 4,29% en Valladolid (3.105) y el 0,14 en Zamora (695).

Ana Vázquez y Mónica González Molés nunca olvidarán 2024. Nació su hijo, Raúl, cuando ellas consideraban que empezaban a entrar en el tiempo de descuento. «No quería ser madre a los 40 por responsabilidad con mi cuerpo. Para mí suponía un riesgo ser madre después de los 40 años», subraya Ana, que junto a su mujer vive un aprendizaje diario sobre lo que significa la maternidad. «Los primeros días quizás sean los más difíciles y nosotras en el hospital, a las pocas horas de nacer Raúl, tuvimos una situación que de primeras no fue fácil para ninguna de las dos porque le subieron a neonatos. Pero en neonatos nos enseñaron muchas cosas y en tres días salimos con muchas cosas aprendidas del hospital. Después del disgusto inicial lo agradecimos. Luego ves que hay un exceso de información sobre lo que debes hacer cuando eres madre. Aunque no la busques, te aparece», reflexionan tras posar para la fotografía de estas páginas con una sonrisa que delata su inmensa felicidad actual.

Ellas son dos de las responsables del aumento de la natalidad que vivió Segovia en 2024, que sin embargo no sirve para construir todavía el escenario deseado. El año pasado murieron en la provincia 1.724 personas, un 70% más de las que nacieron. Hay camino que recorrer aún.