Monedas, sellos, postales, medallas… hasta librillos de fumar. El coleccionismo acapara una interminable oferta de artículos dignos de ser conservados de forma metódica por los aficionados a catalogar y clasificar objetos valiosos y cotidianos, haciendo de esta afición  casi una forma de entender la vida, que muchas veces bordea la delgada línea que la separa del negocio.

Juan Francisco Sáez Pajares pertenece desde hace décadas a la familia coleccionista, y desde hace nueve años es el promotor, organizador e impulsor de la Convención Numismática y Feria de Coleccionismo que ha situado a Segovia en el mapa de las ferias más importantes de esta índole que se celebran en todo el territorio nacional.

El sábado 20 de abril, el Hotel Los Arcos  albergará la novena edición de esta convención-feria que traerá a Segovia un total de 22 coleccionistas llegados de toda España, desde Galicia hasta Andalucía, e incluso desde fuera de las fronteras nacionales con la presencia de un coleccionista de Estados Unidos que llega invitado por un colega español conocedor de la feria.

El objetivo de este encuentro no es otro que el de propiciar un espacio de convivencia para los coleccionistas para la venta o el intercambio de piezas de las distintas especialidades o para obtener información sobre localización de otras que poder incorporar a sus colecciones.

De este modo,  en las mesas instaladas en el hotel podrán verse desde las más convencionales colecciones de sellos, monedas o medallas hasta otras menos conocidas como las de programas de cine - publicaciones que a mediados del siglo XX se facilitaba a los espectadores para conocer el contenido de las sesiones cinematográficas- o postales fotográficas. En esta última especialidad, Sáez llevará a la convención una colección de un millar de postales de fotos de la monarquía española de los siglos XIX.

Un buen coleccionista va mas allá de ser un recopilador de objetos. Juan Francisco Sáez  señala que el coleccionismo le ha llevado a conocer más y mejor la historia a través de las monedas o los sellos, ya que «para conocer la importancia de una pieza, nada mejor que saber de dónde proviene». Por ello, esta afición se complementa con el estudio y la investigación histórica lo que enriquece culturalmente a los coleccionistas y les ayuda a entender mejor lo que se traen ente manos.

Así, valora la participación en el circuito de ferias que a lo largo del año  se celebran en toda España con el fin de que los aficionados  puedan valorar "in situ" las piezas que van llegando al mercado, y desconfía de las ofertas que pueden adquirirse a través de internet. «Si bien es verdad que hay páginas web muy serias que acreditan sus piezas, otras no lo son tanto, y conviene pisar sobre seguro», señala el promotor de la feria.

La imagen utilizada para la difusión de la feria pertenece a la colección de fotografías de Sáiz y ofrece una instantánea del Azoguejo tomada en 1931 donde puede verse la demolición de la antigua iglesia de Santa Columba, ubicada en lo que hoy es el Centro de Recepción de visitantes, lo que prueba el valor histórico de una afición que no es únicamente crematística.

De este modo,  Juan Francisco reconoce que la línea que separa afición y negocio es muy fina.  y lamenta que la vertiente económica del coleccionismo aleje de Segovia muchos testimonios de su historia. En este sentido, pone como ejemplo los 'cincuentines' acuñados en la Ceca de Segovia, que obtienen un importante valor económico en el mercado y que tienen pocas posibilidades de permanecer en la provincia.