Este fin de semana se ha cerrado la tercera campaña de excavaciones arqueológicas que se desarrollan en la villa romana de Santa Lucía promovidas y financiadas por el Ayuntamiento de Aguilafuente y realizadas a través del proyecto científico de la Universidad Complutense de Madrid. El equipo arqueológico, integrado por una veintena de profesionales, ha intervenido en el sector oriental de la residencia aristocrática de esta villa, uno de los enclaves arqueológicos tardorromanos más significativos de la provincia. Este proyecto de investigación, que se viene desarrollando desde el año 2018, cuenta también con la colaboración de la Junta de Castilla y León, que además realiza una aportación económica al proyecto, y ha sido apoyado igualmente en los pasados años por la Diputación de Segovia.
Los trabajos arqueológicos han permitido exhumar la fachada occidental de este palacio rural romano, en el ala oriental del conjunto, que todavía no había sido explorado a través de excavación. Restos de los muros de la fachada, de cerca de 45 metros de longitud, una parte de ellos expoliados en época pasadas, han sido documentados durante esta campaña, permitiendo definir casi por completo el perímetro de este edificio romano organizado en torno a una peristilo o patio central en su día columnado de 450 metros cuadrados. Con ello, se estima que la superficie de esta residencia aristocrática de la villa alcanzó en torno a 2.200 metros cuadrados. Asimismo, los trabajos han localizado varias estructuras murarias pertenecientes a una edificación romana precedente del siglo II o III d.C., y relacionada con un asentamiento rural que sirvió de germen a la villa suntuaria construida en el siglo IV d.C.
Igualmente se han documentado más de una decena de tumbas pertenecientes a la necrópolis visigoda que durante los siglos VI y VII d.C. ocupó lo que entonces ya era la ruina del edificio romano. En el sector septentrional de la excavación también se ha seguido indagando los posibles restos de la iglesia medieval y moderna de San Mamés, luego de Santa Lucía, que da nombre al yacimiento, que se construyó en relación con la aldea medieval que se desarrolló desde al menos el s. XIII, al tiempo que se desarrollaba ya el núcleo medieval principal de Aguilafuente.
La villa romana de Santa Lucía constituyó un importante centro rural situado entre los territorios de las ciudades romanas de Cauca (Coca) y Confloenta (Duratón). Organizado en torno a esta residencia principal aristocrática (que conformaba la denominada pars urbana de la villa), se instalaron junto a él un amplio conjunto de edificaciones relacionadas con la explotación de la campiña, pastos y bosques dependientes de la misma, como talleres, viviendas para esclavos, establos, almacenes o graneros, que conformaban la denominada pars rustica y que ocupaban un amplio espacio de hasta 10 hectáreas en torno a la residencia principal. Han sido conocidos gracias a los trabajos de prospección que de forma paralela a las excavaciones desarrolla también el equipo arqueológico. El área después ocupada por una aldea visigoda y por una posterior aldea medieval se reparten por otras zonas de este yacimiento, que en su conjunto ocupa cerca de 25 hectáreas de superficie.
El proyecto de investigación de la villa de Santa Lucía constituye para el Ayuntamiento de Aguilafuente uno de los ejes principales de actuación en relación con la promoción del patrimonio cultural del municipio, en tanto que el conocimiento científico del conjunto arquitectónico es básico y necesario para proseguir con los trabajos de puesta en valor de este yacimiento, destinados a garantizar la conservación de los restos arqueológicos, su disfrute socia y su atracción turística. La visita a esta villa romana se complementa con la del Aula Arqueológica situada en la iglesia de San Juan, donde se pueden ver los mosaicos romanos recuperados en la villa tras los trabajos realizados en la misma a finales de los años sesenta.