Paradores incluye La Granja en Plan Director de Conservación

DS
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El organismo invertirá 11 millones de euros en la elaboración de 53 planes en edificios singulares

Parador de La Granja - Foto: DS

El director general del Instituto de Turismo de España (Turespaña), Miguel Sanz, junto a la presidenta de Paradores, Raquel Sánchez, han presentado  en el Museo Arqueológico Nacional el proyecto de licitación de los Planes Directores de Conservación de los 53 inmuebles declarados Bien de Interés Cultural (BIC) que forman parte de la red de Paradores de Turismo, entre los que se encuentra el de La Granja. 

Esta iniciativa, enmarcada en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR) del Gobierno de España, está financiada con 11 millones de euros, que gestiona Turespaña, y tiene como objetivo la conservación, rehabilitación y puesta en valor de estos inmuebles BIC. Los Planes Directores de Conservación estarán finalizados antes de junio 2026. 

Miguel Sanz ha resaltado que la construcción, mantenimiento y conservación de los edificios de Paradores «es una labor menos conocida de Turespaña, pero muy relevante en el desarrollo de modelos turísticos sostenibles y como herramienta de conservación y puesta en valor del patrimonio histórico-artístico español». 

La coordinadora del proyecto por parte de Turespaña, Ana Cabrera, ha presentado los Planes Directores explicando que ·un Plan Director de Conservación es un documento que realiza un estudio desde distintos puntos de vista del inmueble (histórico, etapas constructivas, cambios de uso, etc.) que incluye un estudio de los usos y funciones para una mejor conservación, planteando un programa de actuaciones a corto, medio y largo plazo. Estos documentos permiten conocer a fondo el edificio y sus necesidades, así como priorizar las actuaciones necesarias. En la actualidad, sólo el Parador de Santiago de Compostela cuenta con un Plan Director·. 

Para Turespaña, la importancia del Plan Director de Conservación radica en que se trata de una herramienta necesaria para la mejor conservación de los edificios considerados Bien de Interés Cultural, que permite una planificación de actuaciones a futuro y ayuda en el desarrollo de las obras de conservación por el detallado conocimiento del edificio, así como a implementar proyectos de sostenibilidad en el mantenimiento y en la rehabilitación del patrimonio histórico con uso turístico.