El Club Deportivo La Granja afrontará el próximo 7 de octubre la que seguramente sea la asamblea más importante de su historia. Sin equipo y sin categorías inferiores, sus alrededor de 200 socios con las cuotas al día tendrán que decidir el futuro de uno de los clubes de fútbol más antiguos de la provincia de Segovia, aunque en el orden del día de la asamblea la junta directiva no ha incluido la posible disolución.
Es evidente que estará sobre la mesa. Pluma, jugador del CD La Granja durante 16 temporadas y capitán durante muchas de ellas, permanecerá expectante pero no tiene previsto acudir. «Ahora mismo no soy socio. El presidente me llamó para reclamarme las cuotas de toda mi familia dos años después de no decirme nada cuando me marché y me debían dinero. Hay que ir de cara con la gente», apunta durante un encuentro con El Día de Segovia a las puertas del campo de El Hospital.
Quizás lo sencillo para él hubiera sido desentenderse de la actual situación del CD La Granja y evitar conflictos con los que al final y al cabo son sus vecinos. Pero le duele su club. «Me da mucha pena. He estado 16 temporadas en el primer equipo más todo lo que he estado de pequeño en la cantera. No sé si habrá habido alguien aquí en La Granja que haya jugado tantos años como yo. Yo esto lo he vivido de manera diferente. Para mí, este club era algo y es algo muy importante, y ver que lo han dejado de estropear de esta manera, por la cabezonería de de alguno y no cortarlo a tiempo, es algo muy muy triste», confiesa.
Tras descender desde la Regional Aficionados, el CD La Granja renunció la semana pasada a inscribirse en Primera o Segunda División Provincial. Huérfano de cantera desde 2019 y eclipsado por el Real Sitio Club de Fútbol, fundado ese mismo año, ha dejado de tener sentido y se ha situado al borde de la desaparición. «Víctor Pérez, Mario Herrero y yo, que somos los que fundamos el Real Sitio, tuvimos reuniones con el antiguo presidente [Pablo Alejandro Simal] y con el antiguo alcalde [José Luis Vázquez] para encargarnos nosotros de llevar la cantera. Pedimos gestionar parte de la subvención que el Ayuntamiento daba a las categorías inferiores, pero nos dijeron que no. Que teníamos suficiente con llevar el nombre del Club Deportivo La Granja. Entonces le dijimos al presidente que nos dejara a nosotros llevar todo el club y al principio nos dio la opción pero después lo rechazó», relata Pluma.
En su opinión, el anterior alcalde debería haber dado un golpe en la mesa. «Tenía que haberse puesto más serio y haber dicho que no. Que dos clubes de lo mismo en el pueblo no y que llegáramos a un acuerdo como fuera. Con nosotros era fácil porque solo queríamos quedarnos con la cantera. No nos dejaron más remedio que montar otro club. Nos obligaron un poco entre comillas y por más que les avisamos que era inviable tener dos clubes de fútbol en La Granja, no nos hicieron caso. Aunque un poco tarde, al final ha llegado la desaparición. Estaba claro que esto iba a pasar tarde o temprano».
Pluma da por hecho que el CD La Granja va a desaparecer. En la asamblea del próximo 7 de octubre, la junta directiva tiene previsto dar a conocer la situación económica del club, pero fuentes cercanas a la propia entidad apuntan que arrastra numerosas deudas con exentrenadores, exjugadores y proveedores. «Pablo Alejandro, todo hay que decirlo, tenía el club muy bien saneado. Lo tenía perfecto, no le debía nada a nadie. A raíz del cambio de presidente, el club fue en caída deportivamente. Aunque hicimos buenas temporadas con Ricardo [de entrenador], no conseguimos mantener la categoría y la gestión económica del actual presidente [Javier Montero] no ha sido buena, según lo que se habla y se dice por ahí», explica el excapitán del primer equipo.
Él asiste a esta crisis «con rabia e impotencia pero con la tranquilidad de que hicimos todo lo posible para que esto no pasara». A sus 45 años continúa jugando en la Provincial con el Real Sitio CF, al que no cierra ninguna parte. «Nuestro objetivo principal es que los niños del pueblo puedan jugar. Nos costó levantar muchísimo esta cantera porque muchos niños se habían desperdigado a Palazuelos o a Segovia. El año pasado fue el primero que tuvimos todas las categorías -en algunas categorías tenemos incluso dos o tres equipos- y contamos con 160 niños. Nuestra principal meta es que lo que que el club siga como está sin volvernos locos porque jugar en Regional requiere un compromiso más importante de entrenamientos y de viajes y aquí mucha gente trabaja en la fábrica a turnos. Pero no descartamos nada en el futuro», asegura Pluma.