Una de cada cuatro mujeres cobra igual o por debajo del SMI

SPC
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CCOO constata en un estudio que el 45,6% de las féminas trabaja en ocupaciones laborales en las que su ganancia media no supera los 16.000 euros brutos y lo achaca al mayor cuidado de familiares

La secretaria autonómica de Mujeres, Igualdad y Políticas Sociales de CCOO, Yolanda Martín, y la adjunta de la secretaría, Elena Pinilla. - Foto: Miriam Chacón (Ical)

Una de cada cuatro mujeres en Castilla y León, el 24,28 por ciento, cobra igual o por debajo del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), establecido en 1.184 euros tras la última revisión al alza, frente al 10 por ciento de los hombres, es decir, casi 15 puntos de diferencia, tal y como puso de manifiesto un informe sobre la brecha salarial de género, presentado por CCOO en la Comunidad, que se ha reducido un 18 por ciento en cuatro años. Todo ello debido, precisamente, a la subida del propio SMI, que ha beneficiado principalmente a las féminas. No obstante, las mujeres percibieron un 18 por ciento menos que los hombres en 2022, lo que se traduce en 4.774 euros por debajo.

Así lo expusieron la secretaria de Mujeres, Igualdad y Políticas Sociales de CCOO en la Comunidad, Yolanda Martín, y la adjunta de la Secretaría, Elena Pinilla, con motivo de la celebración mañana, 22 de febrero, del Día Europeo de la Igualdad Salarial, que ha servido también para lanzar la campaña, a nivel confederal, con el lema 'Contra la brecha salarial de género no podemos esperar; ya vamos tarde'.

"Aunque se ha reducido en últimos años, todavía es persistente y no es suficiente con lo que se está haciendo. Se necesita más voluntad y acción política. Es insoportable en un país que tiene la obligación de velar por la igualdad y se está viendo muy atacada por el ultraderechismo en la globalidad del mundo", sentenció Martín, quien achacó esta diferencia entre sexos a que existe un "volumen importante" de mujeres que no forman parte del mercado laboral por la "dedicación a los cuidados familiares, y este impacto hace que exista esta brecha". "Sin él, la brecha prácticamente desaparecería", dijo.

En este sentido, incidió en que a las mujeres les "penaliza laboralmente" tener hijos, una afirmación que justificó en que con tres o más menores, la tasa de empleo en hombres desciende un 0,3 por ciento en relación con el dato general, mientras que en mujeres, lo hace un 26 por ciento. Además, señaló que un hombre dedica dos horas y 42 minutos al día al cuidado de sus hijos; y las mujeres, cuatro horas y 25 minutos. Este dato está relacionado en que entre el 90 y el 95 por ciento de las reducciones de jornada y excedencias las solicitan ellas.

Elena Pinilla va más allá y recuerda que "se ha avanzado mucho" en el marco legislativo, después de la aprobación de la Ley de Igualdad en el marco laboral, si bien advirtió de que "no está dando los frutos esperados", porque "casi la mitad de las empresas de más de 50 trabajadores con centros de trabajo en Castilla y León no tiene planes de Igualdad".

Igualmente, reiteró que la subida del SMI está detrás del crecimiento de los salarios de las mujeres desde 2018, pero que aún así "perciben los más bajos". "Esto ha favorecido que tengan mejores salarios y se equiparen con los hombres", admitió. Pinilla sostuvo que en la Comunidad hay una "peculiaridad", que la mayor brecha salarial "se da en los contratos bases, lo que evidencia que no se hace buena revalorización en trabajos de igual valor; y por el eso el salario base de la mujer tiene mayor brecha en los complementos".

En contratos a tiempo parcial, prosiguió, a pesar de rozar el 80 por ciento, la brecha es "significativamente" más baja que la media estatal, con nueve puntos menos en cuatro años. También se ha registrado una evolución positiva en los contratos temporales, según informa Ical.

Las mujeres, en el sector servicios

Por sectores, el informe constata que el incremento de los salarios ha beneficiado más a las mujeres y por tanto la brecha salarial se ha reducido. Sin embargo, "sigue siendo mayor en los servicios", en el que trabaja el 90 por ciento de ellas, y donde la brecha es del 15,5 por ciento. Otro de los datos que reflejan la posición de las mujeres en el mercado de trabajo, añadió Pinilla, es que el 46,5 por ciento de las asalariadas en la Comunidad trabaja en ramas de actividad donde la ganancia media no llega a 16.000 euros brutos al año, frente al 12,5 por ciento de los hombres. De hecho, solo hay una rama de actividad en el que las mujeres superan los 30.000 euros, la de entidades financieras y aseguradoras, mientras que son tres ramas para los hombres.

También, puso de manifiesto que a pesar de la mayor formación universitaria de mujeres en Castilla y León, es en ese segmento donde se encuentra la brecha monetaria más importante. Otro "dato sangrante" es la "precarización" de las mujeres extranjeras, quienes están a la cola de los salarios, incluso con reducciones. La diferencia entre lo que ganan los hombres españoles y lo que ganan las mujeres no nacionales, que es la mayor diferencia, es del 45,5 por ciento, según destacó Pinilla.

Centros de trabajo

En los centros de trabajo, los salarios más bajos y la brecha más alta se da en convenios colectivos inferiores al estatal, "donde hay menos poder de negociación". Además, en los más grandes, con más de 200 empleados, las mujeres "reciben mejores salarios" y la evolución desde 2018 indica que "se ha reducido la brecha por el mayor crecimiento de los salarios de mujeres, en todos los ámbitos".

Además, los salarios son más altos en empresas de titularidad pública, sobre todo en el caso de las mujeres, donde la brecha es mucho más baja. En las privadas, ese parámetro es de un 25 por ciento más.

Propuestas

Entre las propuestas que recoge el informe, CCOO apuesta por un pacto estatal de cuidados, una estrategia que redunde en "la calidad de la persona que los recibe, el trabajo de los cuidadores y que este no recaiga principalmente en ellas, sobre todo cuando se trata del ámbito privado". "Es necesario poner en marcha medidas para no caer en retrocesos y estancamiento", exigió Yolanda Martín.

A su juicio, la brecha salarial es un "signo estructural más que sufren las mujeres" y que desgranó en tres componentes: 'a priori', plasmado en roles de género, educación y que "sustenta la desigualdad", que "hace que las mujeres tengan una peor salida laboral"; 'durante' la trayectoria, "con tipos de contratos, jornadas parciales, falta de corresponsabilidad y cuidados domésticos que llevan a una menor formación profesional y complementos"; y 'a posteriori', vinculado con el cobro de las pensiones, y que "deriva de la diferencia sufrida durante la vida laboral". Actualmente, en España, la brecha de las pensiones es del 43 por ciento a favor de los hombres.

Otros planteamientos vertidos por Martín son el implemento de políticas públicas en el sector de los cuidados, para "equilibrar la responsabilidad"; actuar en la "persistente histórica división sexual del trabajo" y en la "segmentación laboral a través de la educación y cuidando en internet". "No es de recibo que valga más trabajar en una fábrica con tornillos que en una residencia cuidando mayores", justificó.

Aprovechó para señalar que la legislación es "laxa" en cuanto a planes de igualdad y consideró que es "tiempo de actuar en todos los frentes y no puede reducirse la brecha si las mujeres cobran lo mismo por el mismo trabajo" "Valorar a las mujeres es valorar su trabajo y apostar por el futuro", reflexionó.