La niña que nadaba muy mal es hoy una de las joyas de la cantera del triatlón español. Amanda García, reciente campeona de España juvenil de triatlón,  ya suena con fuerza entre los que saben de este deporte. «Parece que anda bien», dice uno. Sin embargo, la apuesta de esta espinariega por abrirse paso hacia la élite no empezó hace un mes con su brillante y emocionante victoria en Banyoles (Girona).

Estos días, a sus 16 años, inicia su segundo curso en la residencia del Complejo Deportivo Río Esgueva, en Valladolid, donde se despierta, estudia, come, entrena, duerme y sueña. Sobre todo sueña. Tomar la decisión de separarse de su familia costó, pero ha dado sus primeros frutos. Atrás queda un primer curso que académicamente no tuvo la excelencia que le hubiera gustado. «El año pasado bajé un poco porque el instituto era nuevo y era un poco más complicado», señala.

Con timidez pero alegría cuenta su corta (de momento) pero progresiva historia de superación. Empezó con la natación. «Pero nadaba muy mal. Lo dejé y estuve apuntada a las escuelas deportivas de El Espinar y a un club de atletismo que después se convirtió en club de triatlón. Llegó un momento en que no había nadie que lo llevara y, por eso, me fui a uno de Segovia», explica.

Fichó por el Triatlón Lacerta, con el que ha conseguido el triunfo más importante de su trayectoria hasta ahora, aunque también recuerda con mucho cariño su segundo puesto en 2023 en el Campeonato de España Cadete de Duatlón Cros y su tercera plaza hace unos meses en el también nacional juvenil de duatlón cross. 

Lo de Banyoles el pasado 7 de septiembre fue épico. Cruzó la cinta de meta con solo dos segundos de ventaja respecto a la segunda clasificada, la madrileña Sue Castelló. A pesar de que entre las once primeras solo una de sus rivales firmó un tiempo peor que el suyo en el segmento de natación (11:33),se sobrepuso en la bicicleta y en la carrera a pie para proclamarse campeona de España juvenil con un tiempo de una hora, seis minutos y 29 segundos.

«Tengo que mejorar en la natación», reconoce Amanda, inmersa ya en la preparación de la próxima temporada. En unos días tiene el campeonato del mundo en grupos de edad y también correrá croses para afinar su puesta a punto. Aún no sabe si con los colores del Triatlón Lacerta o con los de otro equipo, ya que ha recibido ofertas. Ella es  la máxima exponente del crecimiento que ha experimentado este club segoviano fundado en 2016 que tiene más de un centenar de integrantes y que hace unas semanas conquistó la Liga de Triatlón de Castilla y León.

Pero, tal y como admitía su presidente, Juan Pedro Aragoneses, en un reportaje publicado por El Día de Segovia, el Triatlón Lacerta no es ni siquiera el primer club en presupuesto de nuestra comunidad autónoma. Su humilde organización se empieza a quedar pequeña para una triatleta que está entrenando cerca de cuatro horas al día. Amanda se levanta a las siete de la madrugada, desayuna, se va al instituto, come, estudia y se ejercita entre las cinco y las nueve de la noche.

«Me gusta más competir que entrenar», confiesa. Cuando se pone un dorsal, de hecho, se transforma: «Antes de empezar me pongo muy nerviosa, pero después tengo un poco de carácter». Sus padres son su principal apoyo. Su padre también hace natación, ciclismo y carrera a pie y practicó en su día baloncesto, mientras que su madre es aficionada a la bicicleta de montaña. «Echo de menos a la familia y a los amigos de El Espinar, pero estoy contenta en Valladolid», recalca.

Esta próxima temporada volverá a ser juvenil y tendrá el reto de reeditar el triunfo en el campeonato de España de su categoría. Para lo demás, su mandato es dejar que el tiempo ponga cada cosa en su sitio.

–¿Se ha marcado el objetivo de ser olímpica?
–Es una pregunta que me hacen mucho, pero para eso queda todavía mucho.

La Comisión Delegada de la Federación Española de Triatlón aprobó la semana pasada el calendario de competiciones nacionales de la temporada 2025. El programa de eventos se completa con las fechas y sedes de los nacionales de triatlón distancia olímpica en A Coruña, distancia sprint en Águilas (Murcia) y larga distancia en Oropesa (Castellón). Además, Roquetas (Almería), Banyoles y una sede que se anunciará próximamente serán los escenarios de las jornadas de la Liga Iberdrola y Liga Nacional de Clubes de Triatlón. A pesar del crecimiento del triatlón en las dos últimas décadas, los apoyos para que los deportistas se conviertan en profesionales resultan escasas. «Nos dan poco, somos un poco desgraciados», dice Amanda rompiendo su timidez.