"Es más fácil emprender cualquier acción desde la empatía"

M.G.
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Julia Martín Herrero, auxiliar de Ayuda a Domicilio en el CEAAS de La Granja

Julia Martín - Foto: Rosa Blanco

La ayuda a domicilio es una alternativa real a la asistencia residencial para las personas dependientes que pueden recibir la atención necesaria sin necesidad de gastar recursos asistenciales.  Desde hace ya tres décadas, Julia Martín Herrero trabaja a diario con personas dependientes en sus propios domicilios, haciendo una labor que permite mejorar su estado sin perder su autonomía personal, al recibir atención personalizada en un entorno en el que ha convivido a lo largo de toda su vida. Siempre en el ámbito sanitario, la vocación de Julia Martín le ha llevado a ampliar su formación inicial como auxiliar de enfermería para adquirir los recursos necesarios para prestar atención a los dependientes desde una perspectiva transversal.

Así, Julia señala que la Ayuda a Domicilio «no es sólo ayudar en las tareas domésticas, sino hacer una labor de concienciación y motivación para que sean las personas quienes puedan tener o recuperar recursos que les pueden servir en su vida cotidiana más allá del tiempo de atención que reciben cuando estamos en su casa».

De este modo, el trabajo de la auxiliar de ayuda a domicilio es prestar atención a cualquier detalle que pueda mejorar la calidad de vida de los dependientes. En este sentido, Julia explica que «si a la hora del baño detectamos una escarificación en el cuerpo de la persona, nos ponemos en contacto con la enfermera para que lo vigile y lo cure y recomendamos a la familia la colocación de un colchón antiescaras», por poner un ejemplo.

El control de la alimentación, las alternativas de ocio… son facetas que también forman parte del ámbito de trabajo de la ayuda a domicilio, donde gran parte de la labor se basa de la capacidad de empatizar con la persona dependiente para conseguir una mayor confianza y, de esta manera, mejorar en lo posible la atención que se les presta. «Es más fácil emprender cualquier acción desde la comprensión y la empatía - precisa Julia Martín -  En la ayuda a domicilio es más fácil tener un trato personalizado, porque el usuario está en su zona de confort, mientras que en una residencia, tienen la conciencia de que ya es su final».

Para ganar la confianza, la estrategia es ir «de menos a más», sin dar a entender al usuario que hay tareas que no son de su competencia. «Tenemos que comenzar desde cero, sin poner límites desde un principio para después, poco a poco ir ganando espacios de convivencia», explica la auxiliar, que apela a la experiencia y a la capacidad de entender la particularidad de cada caso para la intervención. Para ello también es fundamental la coordinación con las responsables de los CEAAS, con quienes diseñar las actuaciones a realizar ajustadas a las necesidades y en función de la evolución de cada caso.