Vecinos del barrio de Santa Eulalia dicen sentirse "encerrados" por la obra que acomete el Ayuntamiento en la calle de Blanca de Silos y las medidas de tráfico complementarias. Así lo han hecho saber en una reunión convocada por la plataforma ciudadana contraria a la peatonalización de la citada vía en la que también se ha puesto de manifiesto el "caos" en la señalización y los problemas de estacionamiento para los residentes y comercios de la zona.
A la reunión de la plataforma, que tuvo lugar en la sede de la Asociación de Vecinos de Santa Eulalia, asistieron más de 30 personas, una cifra elevada, aseguran los convocantes, ya que acudió una representación del comercio, que ya tiene sus portavoces, así como también de comunidades de propietarios no solo de Blanca de Silos sino también de calles adyacentes como San Antón o María de Pablos, entre otros.
Uno de los aspectos que "más enfado" ha causado, según señalan desde este colectivo ciudadano, son los cambios de criterio para acceder a la calle de María de Pablos desde la plaza de la Universidad. Afirman algunos vecinos que los primeros días fue de acceso libre para vehículos, el 27 de febrero se prohibió el paso, salvo para residentes y carga y descarga; el dia 3 de marzo se abrió nuevamente a todo el tráfico pero en este momento la prohibición vuelve a estar vigente.
Se da la circunstancia, además, de que la señal de prohibición, en rigor, prohibe el paso para acceder al aparcamiento del Campus María Zambrano de la UVa desde la plaza de la Universidad.
El concejal de Obras, que también lo es de Movilidad, José Luis Horcajo, ha comentado a El Día de Segovia que "se ha puesto esa señal precisamente para que la gente se dé cuenta que no tiene salida; es una forma de dar a entender que el barrio está un poco cerrado".
Horcajo, sin embargo, considera que los problemas de atascos o tráfico lento que se registraron las dos primeras jornadas desde el inicio de las obras ya no existen o son muy puntuales y añade que así lo han reconocido responsables de la Asociación de Vecinos Santos Justo y Pastor del barrio de El Salvador, con quienes se ha reunido este martes.
Precisamente, habilitar un nuevo acceso a una de las calles de este barrio, la de Almira, formaba parte de una propuesta que ha hecho la Asociación de Vecinos de Santa Eulalia para acortar el acceso a la plaza de Somorrostro. Actualmente el recorrido para llegar a Somorrostro puede llevar más de tres kilómetros y el colectivo vecinal considera que si se permite el acceso a la calle de María de Pablos desde la plaza de la Universidad hasta el primer tramo de la calle de Caño Grande para torcer a la izquierda por la de Santa Isabel, llegar al jardín de Tomás Urrialde y desde ahí a la callle Almira "se podría bordear la Academia de Artillería hasta la calle del pintor Montalvo y descender desde este punto hasta Somorrostro, ganando conexión con un rodeo pero menos kilómetros con las calles de la Independencia o de José Zorrilla".
Esta medida, que exigiría cambiar el sentido de circulación en algunas de las calles del recorrido, ha sido estudiada pero desconsejada por la Policía Local, según Horcajo.
En el vecindario del barrio son varias las voces que no ven lógico que tres calles: María de Pablos, San Antón y Santa Isabel tengan el mismo sentido de la circulación porque todos los vehículos se ven obligados a salir de la zona por la calle Larga, principalmente hasta la calle del Coronel Rexach, lo que genera esa sensación de aislamiento. Uno de los residentes ha explicado que un sobrino que vino a visitarle desde Madrid "se perdió" por falta de alternativas para la movilidad interna por Santa Eulalia.
Otro aspecto que ponen de manifiesto es la falta de plazas de estacionamiento en superficie en el barrio, porque a las 30 plazas eliminadas por las obras en Blanca de Silos se suman otras en calles adyacentes. Algunos residentes en la plaza de la Universidad, así como también algún comerciantes de Blanca de Silos han solicitado una tarjeta especial para poder aparcar sus vehículos en la zona del antiguo regimiento de artillería, reservada únicamente a los residentes en la calle en obras.
Se da la circunstancia, por otro lado, de que este aparcamiento está siendo infrautilizado, ya que diariamente solo se ocupan entre cuatro y cinco plazas. Algunos vecinos sostienen que se debe a la falta de seguridad, especialmente por la noche.