Haciendo un repaso de la historia de la economía segoviana, sus grandes protagonistas han sido en su mayoría los emprendedores que, en épocas de incertidumbre, arriesgaron a la hora de poner en marcha sus proyectos empresariales y porfiaron para mantenerse en el tiempo apostando por la innovación. Sin duda, este es el caso de Primitivo García Martín, heredero y fundador de la empresa Construcciones Normalizadas S.A. (CONORSA), que la semana pasada fallecía a los 91 años dejando tras de sí una ingente tarea que situó a su empresa radicada en Nava de la Asunción en la vanguardia de un sector tan complicado como es el de la construcción a través de la elaboración de los prefabricados de hormigón.
'Primi', como era conocido en el pueblo, heredó la pasión por la empresa y la construcción a partes iguales de la mano de su padre, Antonio García Barbado, que, tal y como relata el libro 'Nava de la Asunción. Crónicas de medio siglo' de Amador Marugán y Benjamín Redondo, creó en 1934 una pequeña empresa familiar a la que dio el nombre de 'La Esperanza' y que estaba dedicada inicialmente a la fabricación de mosaicos de baldosín hidrálulico.
Años más tarde, Primitivo junto a su hermano Isaac tomaron las riendas del negocio y comenzaron a introducir novedades y mejoras, como la producción del tubo de cemento centrifugado, que en los años 60 les valió el primero premio en un certamen del sector a nivel nacional.
Posteriormente la actividad se incrementó con un almacén de materiales de construcción y una fábrica de tubos de hormigón y vigas filigran en dos zonas distintas del pueblo. Posteriormente se traslada todo a un lugar y es cuando nace CONORSA.
A partir de ese momento, la función de la empresa va a ser especialmente la producción de todo tipo de prefabricados de hormigón, forjados armados, materiales de construcción, áridos, excavaciones, distribución de azulejos, saneamientos, pavimentos, etc.
Simultáneamente se configura una nueva empresa de hormigón, situada en Arévalo (Ávila), destinada a la producción de hormigón preparado. Años después se instala una nueva planta de hormigón en Nava de la Asunción.
Ambas plantas, activas hoy en día, se complementan y abarcan un área geográfica importante en la confluencia de las provincias de Ávila y Segovia.
un emprendedor afable. La noticia de la muerte de Primitivo García ha consternado a Nava de la Asunción, pueblo donde no sólo radicó su empresa, sino que se implicó en el desarrollo económico y social de la comarca.
El alcalde de Nava de la Asunción, Juan José Maroto, valora el impulso que Primitivo Martín ha dado a la economía local, vinculando gran parte de los puestos de trabajo que ha creado al pueblo y su entorno, y aunque señaló que la crisis económica también hizo mella en sus resultados, destacó que «de un tiempo a esta parte está recuperando su nivel productivo a cifras más ajustadas».
Asimismo, destacó el carácter «afable y generoso» de García, al que sólo los achaques de la edad le llevaron a vivir un poco más alejado de la actividad de una empresa «que ha llevado el nombre de Nava de la Asunción por toda España, con la innovación por bandera con materiales siempre muy vanguardistas en la construcción».
En la vertiente social, Primitivo García fue también un hombre preocupado por su pueblo, lo que le llevó en las postrimerías de la década de los 60 del pasado siglo a integrar el equipo de Gobierno municipal dirigido por Serviliano García de Castro.
Amador Marugán, periodista y cronista apócrifo de Nava de la Asunción, señaló que su corporación municipal aportó a la función navera la celebración de un encierro nocturno, el primero que se hacía en la provincia, y comenzó a construirse la actual plaza de toros. Coincide con el alcalde al asegurar que CONORSA «siempre ha tenido una gran incidencia en el pueblo, algo que cuidó siempre».
Ahora, el legado empresarial de Primitivo García queda en manos de su hijo Antonio, que define a su padre con emoción como «un crack de los que ya no quedan», y valora su carácter emprendedor y generosos con quienes le rodearon. «Mi padre decía siempre que vale más la amistad que el dinero», asegura Antonio, que asegura que siempre tenía a Nava de la Asunción por delante a la hora de abordar cualquier proyecto empresarial.
Del mismo modo, señaló que ese espíritu de empresario emprendedor fue el que le llevó a apostar por la innovación, y recordó los viajes a Alemania para buscar «siempre lo último» en maquinaria relacionada con su actividad en la construcción. «Era el que nos animaba a tirar para alante a la hora de hacer una inversión, sobre todo a la hora de traer la tecnología más puntera», precisa.
En el ámbito personal, Antonio García destaca el carácter alegre y jovial de su padre, y señala que «con todo el mundo se llevaba bien». Además, valoró el trabajo realizado por el pueblo en su etapa como concejal, y su vinculación a los proyectos más singulares