La concelaja de Vox de La Lastrilla, María Solís Sánchez, ha presentado su acta de renuncia como concejala del Ayuntamiento de la localidad. En los motivos, explica que siente una "absoluta vergüenza de pertenecer a una corporación, que abandona a sus compatriotas valencianos en los momentos más duros y difíciles de su vida. Una corporación presidida por un alcalde que es el vivo ejemplo de los representantes políticos de esta nación". Además, lamenta que el Consistorio haya reaccionado, según sus palabras, "tarde y mal". 

Solís explica que tras las inundaciones causadas por la DANA en Valencia, se propuso a la concejala de Asuntos Sociales abrir los centros culturales para organizar y custodiar las ayudas. "Esta primera intención la abandona esa misma mañana por orden de la Sra. Alcalde quien por whatsapp le indica a ella y ella a su vez a mí, cito textualmente 'el Ayuntamiento no va a hacer nada, que el que quiera lo haga de manera privada con la Cruz Roja'. Así hasta el 6 de noviembre cuando ya la presión de la opinión pública y los ejemplos de otras corporaciones que se abren los centros culturales del Sotillo y la zona alta del pueble para lavarse las manos, sin garantizar la trazabilidad de las donaciones. Como se imaginarán igual que muchas, estas han ido a parar a macrocentros donde sólo las ONGs pueden retirar alimentos, no a los vecinos gravemente afectados".

Es por ello que la edil lamenta "vivir muy de cerca cómo nuestro Ayuntamiento es un ejemplo de dejadez, negligencia y marketing personal", por ello asegura que renuncia a su acta "por vergüenza a pertenecer a una clase política sea del partido que sea, que antepone su propio interés económico y ambición personal a cumplir con su deber, que es estar al lado de los vecinos y compatriotas que están sufriendo, han perdido familiares y han visto rota toda su vida. Igual que el deber de estar al lado de los vecinos de La Lastrilla, que deseaban ayudar desde el primer día".

Por último, apunta que "la ineficiencia y la falta de formación de esta corporación es extrapolable a cualquier otro organismo público gestionado por incompetentes. Este Ayuntamiento al igual que demás organismos públicos en este momento están demostrando que el servicio a los niños, enfermos, mayores, el servicio a la familia, no es una prioridad, salvo que les reporte beneficios personales."

Para finalizar, Solís ha pedido perdón en su carta de renuncia a los vecinos por "no haber podido hacer nada más ni por más tiempo", y agradece la confianza de quienes la votaron.