El presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, aseguró ayer que era «absolutamente mentira» el «panorama negro» que había dibujado antes el portavoz socialista Luis Tudanca, quien denunció que «Castilla y León se está quedando atrás». «La única empresa que no funciona es la suya», le espetó el jefe del Ejecutivo al líder de la oposición, antes de sacar pecho sobre la convergencia de ocho puntos con la Unión Europea de los 27 que ha conseguido Castilla y León en el periodo entre los años 2020 y 2023, pasando del 79 al 87 por ciento.
El valor del PIB per cápita, en términos de poder de compra, ascendía ese año en Castilla y León a 33.100 euros, lo que equivale al 87 por ciento de la media de la UE-27 (38.100 euros). Ello supone que la economía de la Comunidad convergió tres puntos en relación a 2022 (84 por ciento) y se situó en la octava posición en el ranking autonómico.
Un análisis de los datos revela que en el periodo 2000-2023, Castilla y León redujo un punto su convergencia con la Unión Europea de los 27, y fue «la cuarta comunidad autónoma española en el ranking de convergencia, detrás de Galicia, Extremadura y Principado de Asturias». Mientras tanto, España divergió siete puntos.
Mañueco hizo mención sobre el avance de la convergencia en el debate parlamentario sobre el atractivo de Castilla y León para las empresas, aunque no ofreció los datos publicados por la oficina estadística de la Unión Europea (Eurostat), que reflejan que el PIB per cápita de España se situó en el 91 por ciento de la media europea, con 34.500 euros, solo ligeramente superiores a los de Castilla y León. Por encima se situaron La Rioja (96 por ciento) e Islas Baleares (100), y superaron a la UE-27, Aragón (101), Cataluña (103), Navarra (108), País Vasco (116) y Madrid (123), informa Ical. A la cola se situaron Andalucía (68 por ciento) y Extremadura (69).
El presidente insistió en que la Comunidad sí que es atractiva tanto para la inversión como para el crecimiento empresarial o el empleo, aunque aclaró que «seguimos luchando para que sea aún más atractiva», apostilló.
En su turno, Tudanca aseguró que Castilla y León no está siendo «capaz» de aprovechar el «buen momento» que vive el país, que señaló crece en términos económicos y atrae inversión, convirtiéndose en el «motor» de la Unión Europea. A su juicio, esto se debe a dos causas principalmente, la inestabilidad en la Junta y la «corrupción», tras conocerse la sentencia del caso de la Perla Negra y el calendario para el juicio sobre la trama eólica.
El socialista aprovechó su exposición para remarcar las cifras económicas e insistió en que todas las comunidades, la mayoría gobernadas por el PP, crecen y crean empleo pese al «apocalipsis» de los populares, aunque apostilló que Castilla y León lo hace «un poquito menos».
Así, aludió al aumento de los afiliados a la Seguridad Social en el último año y a la reducción del desempleo, ambos por debajo de la media nacional. También, citó la pérdida de 10.000 autónomos en diez años o la creación de empresas que subió un 7,3 por ciento en Castilla y León, frente al 9,1 por ciento del conjunto del país.
Mañueco le respondió que había «poca imaginación» en la pregunta y que le marcaban el «territorio desde el principio». «¡Qué momento más inoportuno!», señaló, para plantear esta cuestión cuando la Comunidad lidera el crecimiento de la producción industrial y exportaciones. Además, apuntó que la constitución de empresas creció un 7% y agregó que tiene la cifra de empleo más alta de los últimos 16 años.