El presidente de Rusia, Vladímir Putin, ha manifestado su apoyo a la propuesta de alto el fuego de 30 días en Ucrania, promovida por Estados Unidos y aceptada por Kiev. Sin embargo, ha advertido sobre las dificultades en su aplicación y verificación, al tiempo que ha insistido en que la iniciativa debe abordar las causas profundas del conflicto.

Dudas sobre la implementación y el control

En una rueda de prensa junto al presidente bielorruso, Alexandr Lukashenko, Putin ha cuestionado cómo se gestionará la tregua en la extensa línea de frente, que se extiende a lo largo de 2.000 kilómetros, y ha expresado su preocupación de que el alto el fuego sea utilizado por Ucrania para reforzar sus tropas y rearmarse.

"La idea es buena y la apoyamos totalmente, pero hay cuestiones que tenemos que discutir", ha señalado el mandatario ruso, sugiriendo que podría abordar estos detalles en una conversación con su homólogo estadounidense, Donald Trump.

Uno de los principales obstáculos que plantea Putin es la situación en la región rusa de Kursk, donde Ucrania lanzó una ofensiva en agosto del año pasado que, según el Kremlin, ha sido finalmente derrotada. El presidente ruso ha puesto en duda qué ocurrirá con los soldados ucranianos aún presentes en la zona.

"¿Deberíamos dejarlos marchar después de que hayan cometido crímenes contra la población civil, o los líderes ucranianos les ordenarán rendirse?", ha preguntado.

Asimismo, ha subrayado que las tropas rusas están avanzando en casi todos los sectores del frente en territorio ucraniano y que un cese de hostilidades podría permitir a Kiev reponer fuerzas, movilizar más soldados y entrenarse con el armamento suministrado por sus aliados occidentales.

Agradecimiento a Trump y posible conversación

Pese a sus reservas, Putin ha agradecido a Trump sus esfuerzos por encontrar una solución pacífica al conflicto. "Me gustaría expresar mi gratitud al presidente de Estados Unidos por prestar tanta atención a la solución del problema de Ucrania", ha declarado.

El líder ruso ha indicado que está dispuesto a discutir con Trump los detalles de la tregua y las garantías necesarias para evitar que sea aprovechada como ventaja táctica por Kiev. No obstante, ha reiterado su escepticismo sobre cómo se garantizará que Ucrania no utilice el alto el fuego para rearmarse y reestructurar su defensa.

"¿Cómo se nos garantizará que nada de eso ocurrirá? ¿Cómo se organizará el control?", ha cuestionado.

Un posible paso hacia la paz, pero con condiciones

Esta es la primera vez que Putin se muestra abierto a cesar las hostilidades en Ucrania, aunque ha dejado claro que no aceptará una tregua sin garantías que impidan a Ucrania utilizarla en su beneficio militar. Además, ha insistido en que cualquier acuerdo debe abordar las causas subyacentes del conflicto para lograr una paz duradera.

Por ahora, la posibilidad de un alto el fuego sigue en el aire, a la espera de una posible conversación entre Putin y Trump que defina los términos y mecanismos de control de la propuesta.