El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, presidió ayer en la COP28 el acto de presentación oficial del acuerdo entre las empresas Cepsa y C2X por el que se construirá en Huelva la mayor planta de metanol verde de Europa, que contará con una inversión de hasta 1.000 millones de euros y generará 2.500 puestos de trabajo. Ya se conocían algunos detalles del pacto, pero este se quiso formalizar y aprovechar la cumbre del clima que se celebra estos días en Dubái para realizar una presentación en la que Sánchez subrayó que España se ha convertido en uno de los países más atractivos para invertir en la transición energética.
Este proyecto permitirá suministrar metanol verde a numerosas industrias, entre ellas la química y el transporte marítimo, con la construcción en Huelva de una planta que se convertirá en una de las cinco mayores del mundo, con una producción anual de 300.000 toneladas y que evitará la emisión de hasta un millón de toneladas de CO2.
Según las empresas firmantes, este proyecto colocará a Andalucía y a España como un hub global líder en energías sostenibles para la producción de moléculas verdes, como el hidrógeno y el metanol, y para su uso y transporte a través de los puertos estratégicos de la región. En eso hizo hincapié el socialista en su intervención, en la que subrayó que esta inversión es consecuencia de una estrategia definida para abordar la transición energética que afirmó que ha pilotado su vicepresidenta y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera.
No fue esta la única noticia, ya que Sánchez anunció que España colaborará con 20 millones de euros al nuevo Fondo de pérdidas y daños, para ayudar a los países en desarrollo a paliar los efectos del cambio climático. También la UE comprometió otros 25 millones del presupuesto comunitario, según la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, que aseguró que «esta COP puede hacer historia».
Sánchez fue más allá con sus palabras e incluso apostó por una nueva fiscalidad internacional para acelerar la lucha contra el cambio climático «que se rija por el principio de que quien contamina paga».