La fotografía se ha hecho viral en las redes sociales en Segovia esta semana. Muestra a tres mujeres sentadas en un banco en la plaza de la Merced y está acompañada por un mensaje. «Geanina y parte de su organización criminal en Segovia. Atent@s a esta escoria que anda por Segovia!!! Son carteristas. Si seguís a @patrullamadrid, que hacen un excelente trabajo ciudadano veréis quiénes son, cómo roban y por dónde se mueven!!». @patrullamadrid es el nombre de un perfil en redes sociales que publica vídeos en los que desenmascara a carteristas en Madrid. Geanina es una de sus protagonistas. En una publicación del 31 de agosto, el autor del vídeo la increpa por tratar de robar presuntamente a unas mujeres y ella –que aparece acompañada por otras dos supuestas carteristas– responde amenazando con llamar a su abogado.
Fuentes de la Policía Nacional confirman que una de las mujeres fotografiadas en la plaza de la Merced es Geanina. Fue identificada el domingo por la tarde junto a otras dos ciudadanas de nacionalidad rumana. No son las primeras carteristas que visitan Segovia. Según el jefe de la Policía Local, Vicente Sanz, la presencia de este tipo de delincuentes en la ciudad ha aumentado desde principios de este año, aunque no ofrece muchos más datos porque, dice, esta problemática está en manos de la Policía Nacional, aunque en las calles de Segovia hay a diario muchos más agentes municipales que nacionales.
Aunque su labor no es la seguridad ciudadana y tampoco dispone de cifras, la Asociación de Guías de Turismo de Segovia comparte la sensación del jefe de la Policía Local. «La presencia de carteristas es muy habitual en Segovia desde hace aproximadamente un año. Van camuflados como si fueran turistas», alerta la presidenta de esta organización, Leticia Hernández. Sus zonas preferidas para dar sus golpes son el Postigo, las proximidades del Alcázar y la avenida de Vía Roma. «En Vía Roma aprovechan el momento de bajada o subida de los turistas de los autobuses y ahí actúan bastante. También en bares y restaurantes se han llevado mochilas y bolsos», añade Hernández.
Los hurtos aumentaron ligeramente en Segovia en el primer semestre de este año, que es el periodo más reciente sobre el que ofrece datos en este momento el Ministerio del Interior. Entre enero y junio de 2023 se cometieron 237 delitos de este tipo, y en el mismo intervalo de meses pero de este año, 249, según el Balance de Criminalidad del departamento que dirige Fernando Grande-Marlaska. El hecho de que muchas de las víctimas sean turistas que tan solo se quedan unas horas en Segovia y no llegan a denunciar dificulta la radiografía del problema. Según la Subdelegación del Gobierno, que ha consultado a la Policía Nacional, en Segovia no es alarmante. «No hay un número de carteristas más elevado que el año pasado. No es algo que alarme a Policía Nacional. Sí alarman los delitos de ciberseguridad. Los robos de carteristas ocurren, pero no se ha producido un aumento», indica esa fuente, en contraste con lo que sostiene la Policía Local de Segovia.
La Asociación de Guías de Turismo reclama una presencia más rápida de las fuerzas de seguridad cuando se produce un caso. «Las últimas veces que hemos avisado ha tardado bastante en llegar la policía. En Vía Roma es cuestión de cinco minutos en lo que sube y baja la gente y, en cuanto quisieron aparecer, ya no había autobús ni carteristas ni nada», relata su presidenta, que ya es capaz de identificar a algunos de estos delincuentes si los ven aparecer: «También tenemos contacto con guías de Madrid que tienen localizados a grupos de carteristas que actúan allí y que saben que vienen aquí también».
Los amigos de lo ajeno buscan carteras, teléfonos móviles, bolsos... Todo lo que se ponga a tiro. Y a veces emplean métodos como el del tocomocho o el de la siembra. «Y encima se hacen los ofendidos si les llamas la atención. Ahora avisamos a los grupos de turistas que vienen para que estén más atentos si ven a alguien que no identifican como del grupo. Avisamos de que estén más precavidos, algo que antes no sucedía porque pensábamos que esto era algo de ciudades más grandes y que aquí estaban más tranquilos. Nos da mucha pena», concluye Hernández.