Vox ha abandonado el Grupo Conservadores y Reformistas del Parlamento Europeo, y se ha incorporado el recién creado Patriotas por Europa.

En Bruselas la noticia ha provocado estupefacción, pero también en la sede de la calle Bambú miembros destacados de Vox no ocultan su sorpresa. Alguno de ellos afirma que la decisión se debe al eurodiputado Jorge Buxadé, considerado por muchos el hombre fuerte del partido por encima incluso del propio Santiago Abascal. Su poder provocó ha provocado roces internos con el abandono de importantes dirigentes por disconformidad con las consignas que emanaban del despacho de Buxadé. Entre los que han dejado el partido se encuentran Iván Espinosa de los Monteros, Juan Luis Steegman o Macerena Olona.

No fueron los únicos, aunque sí los que crearon mayor disgusto. Algunos de los que sean ido explican que no se puede responsabilizar a Buxadé de decisiones polémicas, y aseguran que el eurodiputado no mueve un dedo sin contar con el visto bueno previo de Santiago Abascal.

Si es así, entonces habrá que deducir que el presidente de Vox ha tomado una decisión inexplicable: abandonar el grupo parlamentario europeo más sólido de la extrema derecha, para incorporarse a uno recién creado con regulares expectativas de éxito.

La persona más significativa del primero es Georgia Meloni, líder de Hermanos de Italia y, hoy, una de las jefes de gobierno más influyentes de la UE; la persona más significativa del segundo grupo, y creador de Patriotas por Europa, es el primer ministro de Hungría Viktor Orban, uno de los políticos más polémicos de la UE por el déficit antidemocrático que ha instaurado en su país, donde ha tenido que dar marcha atrás en algunas de sus iniciativas tras las amenazas de Bruselas de actuar en consecuencia. Sobre todo por el empeño en supeditar las instituciones judiciales a los intereses de gobierno. Orban, por otra parte, ha provocado un gran malestar en la UE por defender la posición de Rusia en la guerra de Ucrania.

A Vox y Abascal les indigna que se identifique a Vox con la ultraderecha derecha, pero este paso les coloca indiscutiblemente en ese espacio. Mientras Meloni, su referente hasta ahora, ha moderado sus posiciones desde que es primera ministra, y hoy pisa muy fuerte en la UE -acaba de anunciar que será expulsado del partido quien defienda posiciones antisemitas o xenófobas- Orban sin embargo se mueve en la derecha más dura en lo social, la más recalcitrante, y además no acepta de buen grado las principios esenciales de la democracia, la libertad y el respeto a la división de poderes. Por otra parte su apoyo a Putin es contrario a la posición de la UE en materia de Política Exterior y de Seguridad.

La decisión de Vox es inaudita. Lleva a preguntarse si está relacionada con la aparición en escena de un personaje controvertido, Alvise, que a pesar de no tener programa, ni sedes, solo el poder de las redes sociales, ha robado un buen puñado de votos a Santiago Abascal.