El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, no ocultó hoy su "decepción" por la falta de avances sobre el ingreso de Kiev en la OTAN, por lo que pidió a los líderes europeos a modo de garantía para Ucrania la creación de un escudo antimisiles integrado por sistemas Patriot.
"Es muy importante nuestra propuesta de construir un escudo aéreo, o un escudo de defensa aérea, para todo el continente europeo". declaró Zelenski tras asistir en la localidad moldava de Bulboaca a la cumbre de la Comunidad Política Europea (CPE).
Zelenski, que fue el primero en aparecer en el castillo Mimi, acaparó gran parte del protagonismo en la reunión, que atrajo a medio centenar de dirigentes de todo el continente y ante los cuales propuso "empezar por Ucrania" la construcción de ese escudo.
Un escudo para Ucrania
El mandatario sugirió en concreto crear una "coalición de Patriot" a imagen y semejanza de la alianza occidental forjada para el suministro de cazas F-16 de fabricación estadounidense.
"Nosotros ya sabemos qué sistemas funcionan, por desgracia", dijo, en referencia a los ataques aéreos a los que se enfrenta su país cada día desde el inicio de la guerra rusa hace más de 15 meses.
Kiev confirmó a mediados de abril la llegada de los primeros Patriot, pero insiste en que son "totalmente insuficientes" para garantizar la seguridad de las "grandes ciudades e infraestructuras críticas" ante los misiles balísticos rusos.
El primer ministro de Países Bajos, Mark Rutte -uno de los tres países, junto a Alemania y Reino Unido, que ha enviado Patriot a Kiev- se comprometió hoy a convencer al mayor número posible de aliados para que envíen más baterías a Kiev.
"Hemos visto lo que puede hacer este sistema para proteger" a la población civil ucraniana, afirmó.
El ingreso en la OTAN, la mejor garantía de seguridad
A su vez, Zelenski insistió en un pronto ingreso en la OTAN, ya que esa es la mejor garantía de seguridad, y aseguró que Ucrania ya "está lista" para entrar en el bloque.
Por eso no ocultó su decepción con las afirmaciones en Oslo del secretario general aliado, Jens Stoltenberg, sobre que la Alianza concederá garantías de seguridad a Kiev una vez terminada la guerra.
"Incluso Ucrania, que defiende los valores europeos pagando un precio de sangre, no tiene todavía una respuesta positiva sobre su adhesión a la Unión Europea (UE) y a la OTAN. Nuestras esperanzas se alejan cada vez más. Siento tener que expresar aquí esta decepción en nombre de nuestros soldados que luchan por la libertad de nuestro pueblo", aseveró.
El líder ucraniano recordó que "Rusia teme a la OTAN e intenta engullir sólo a aquellos países que están fuera del espacio que defiende la Alianza Atlántica".
Las aspiraciones ucranianas fueron respaldadas por Rutte y por el primer ministro británico, Rishi Sunak, quien afirmó que el "lugar legítimo" de Ucrania está dentro en la OTAN.
Discrepancias entre los aliados
Mientras, otros, como su colega portugués, António Costa, descartaron un ingreso inminente.
El presidente de Rumanía, Klaus Iohannis, adelantó que los aliados tomarán una decisión "antes de la cumbre" del 11 y el 12 de julio en Vilna, pero descartó una posible "hoja de ruta" para Ucrania.
"Es importante que la cumbre de Vilna pueda dar estas garantías fuertes, nuevas y creíbles, una perspectiva clara a Ucrania en este contexto de guerra", dijo por su parte el mandatario francés, Emmanuel Macron.
En la misma línea que Zelenski, la primera ministra de Estonia, Kaja Kallas, subrayó que "la única garantía de seguridad es la OTAN".
También el canciller alemán, Olaf Scholz, dijo que "está muy claro" que Ucrania tendrá que recibir garantías de seguridad, pero que éstas deben llegar "después de la guerra".
Pese a las peticiones de Zelenski, la presidenta de Moldavia, Maia Sandu, concluyó que de la segunda cumbre de la Comunidad Política Europea surgió un mensaje de unidad "ante la mayor agresión militar desde la Segunda Guerra Mundial".
"Queremos enviar un fuerte mensaje de unidad de la familia europea contra la guerra de (el presidente ruso, Vladímir) Putin", remarcó también el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez.
Precisamente España acogerá en octubre en Granada la tercera cumbre de la Comunidad Política Europea.