Los restos de materia orgánica depositados por los segovianos en los contenedores marrones han alcanzado, por primera vez, los niveles necesarios que se necesitan para poder realizar el compostaje, con los beneficios que ello conlleva. En la última caracterización que ha llevado a cabo el Ayuntamiento para comprobar el estado de los residuos que llegan a la planta de tratamiento, se ha superado el 80% que establece la normativa europea, en concreto, se ha conseguido el 83,56%.
Según el concejal de Sostenibilidad Ambiental, Gabriel Cobos, esta es una excelente noticia para la ciudad y pone de manifiesto que "vamos por buen camino y que los vecinos y vecinas de Segovia se van concienciando de la importancia que tiene hacer un uso adecuado del contenedor marrón".
Si se realiza una correcta separación de los residuos orgánicos en los contenedores marrones se puede conseguir una segunda vida para estos. De hecho, la función de los citados desperdicios es servir de compost, un material que puede ser usado como abono y fertilizante o, incluso, como combustible energético. Si se realiza el compostaje de esa materia orgánica, el producto obtenido se puede utilizar como abono en los huertos urbanos, y en parques y jardines de la ciudad tanto municipales como privados, entre otros usos.
Además del beneficio medioambiental, al reducir la cantidad de toneladas de residuos que van a vertedero o a la planta de tratamiento, disminuirán los costes y acabará repercutiendo en una posible bajada de la tasa de basura.
Gabriel Cobos ha indicado que "vamos a seguir trabajando para incrementar este buen resultado, sobre todo a través de la concienciación ciudadana y de campañas de sensibilización en colegios, sectores como la hostelería y el comercio o destinadas a los ciudadanos en general. La reducción y la reutilización de los residuos son clave para hacer nuestra ciudad más sostenible y conseguir los objetivos de reciclaje y economía circular que marca la agenda 2030".