Los problemas de convivencia de los pisos de estudiantes de IE University en el casco histórico protagonizaron el pasado fin de semana un nuevo capítulo. Seguramente uno de los más graves. Al menos cuatro polícias locales resultaron heridos tras acudir a una de esas viviendas a petición de vecinos molestos por el ruido de una fiesta, y dos jóvenes acabaron detenidos, según ha podido saber esta redacción de fuentes de la Policía Local.
Los hechos se produjeron durante la madrugada del sábado al domingo pasados en un piso de estudiantes de IE University situado en la calle Juan Bravo, en plena Calle Real y a muy pocos metros de la Plaza Mayor. El relato oficial de la Concejalía de Seguridad, responsable de la Policía Local, es que –sobre las dos y media de la mañana– agentes del cuerpo acudieron al mencionado inmueble alertados por vecinos porque a esas horas se seguía celebrando una fiesta. Fueron recibidos con una actitud «hostil», se produjo un «pequeño forcejeo» y varios policías sufrieron lesiones pero no de carácter grave.
Sin embargo, otras fuentes cuentan que participantes en la fiesta –al menos una decena– faltaron al respeto a los policías locales y los grabaron con sus teléfonos móviles al ser recriminados por su comportamiento. Cuando iban a ser identificados para elaborar un informe, uno de los jóvenes agarró a un agente por la espalda y comenzó una trifulca. En ella dos policías cayeron por las escaleras y al menos dos más sufrieron heridas. Aunque ninguno reviste carácter grave, dos se encuentran de baja médica como consecuencia de lo ocurrido.
Un incidente por el que fueron detenidos dos de los jóvenes. El delito de atentado contra la autoridad está castigado en el Código Penal con cárcel de uno a cuatro años y multa de tres a seis meses. Este caso se suma a los numerosos denunciados por vecinos del casco histórico. Un grupo de estos últimos protagonizó una protesta recientemente en un pleno del Ayuntamiento, hartos de «no poder dormir». Entre gritos del público se rechazó en ese pleno una moción de Podemos, sólo apoyada por IU, para que se tomaran más medidas que atajen los problemas de convivencia en el recinto amurallado como consecuencia de las molestias que causan sobre todo las fiestas de estudiantes en viviendas de la zona. Entre gritos como «qué vergüenza», quejas a viva voz de una asistente que advertía que había formulado denuncias y «no se ha cursado ninguna», o incluso alusiones personales, citando su apellido, al menos a un concejal («ven a vivir al centro con tus niños»).