La estación de esquí de Navacerrada tiene por lo menos una vida más. A la espera de que el Tribunal Supremo decida su futuro, la empresa que explota sus instalaciones se prepara para abrir las pistas un curso más. Busca personal para trabajar y apunta que espera comenzar la temporada nieve antes que los últimos años.
La empresa Puerto de Navacerrada Estación de Esquí SL ha publicado en su página web la bolsa de empleo para esta temporada 2024-2025. Según figura en esa publicación necesita personal de remontes, servicio de pistas, auxiliar de taquillas y grupos y auxiliar administrativo. «Hemos abierto procesos de selección», señalan sus responsables, al mismo tiempo que ironizan sobre los pronósticos meteorológicos: «Parece que 'los expertos' no han acertado no han acertado y este otoño no va a ser tan cálido como dicen. Este hecho nos da esperanzas para comenzar con la temporada de nieve antes que los últimos años. Tenéis dos opciones: O venir a recoger setas o enviarnos vuestro CV si tenéis ganas de trabajar en la montaña con un equipo joven e ilusionado».
La fecha de inauguración de la temporada va a depender, en primer lugar, de cuándo lleguen las nevadas, aunque habitualmente nunca se ha producido antes del Puente de la Constitución. Para conocer sus intenciones, El Día de Segovia ha tratado sin éxito de ponerse en contacto con sus responsables, entre los que ya no está el que había sido su director en estos últimos tiempos convulsos. José Conesa ha dejado el cargo «por motivos empresariales», según ha explicado escuetamente.
El futuro para la estación de Navacerrada se presenta incierto. El 31 de enero de este año el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León instó a la Junta de Castilla y León a declarar la caducidad de la concesión administrativa que permite a Puerto de Navacerrada Estación de Esquí SL a explotar comercialmente las instalaciones. Se imponía así el deseo del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico que el 3 de marzo comunicó que no daría luz verde a una nueva concesión de las pistas Escaparate, Telégrafo y El Bosque, pistas de la vertiente segoviana sin las que no son viables las del lado madrileño. Ahora la pelota está en el tejado del Tribunal Supremo, que tiene que resolver el recurso de casación presentado por la Junta contra la sentencia que obliga a desmantelar esas pistas.
La plataforma Salvemos Navacerrada continúa defendiendo el mantenimiento de la actividad del esquí en la estación. «Queremos seguir elaborando propuestas y procurando que los niños puedan continuar aprendiendo el esquí en Navacerrada», apunta la portavoz de la plataforma, María Jesús Martín, que ha destacado la importancia histórica deportiva que ha tenido esta estación, al tiempo que ha propuesto que tenga un carácter inclusivo en el futuro: «Su cierre limitará el disfrute de los parajes donde se asienta a las personas con discapacidad, que pueden usar las instalaciones deportivas para acceder con facilidad y gozar del paisaje, las cimas, la nieve... Consideramos que podría explotarse en todas las temporadas del año para atender los objetivos de la inclusión, integración, aprendizaje y la sociabilidad de personas con distintas capacidades o que padezcan temporalmente algún impedimento físico que se lo impida».
En estos más de tres años de litigios judiciales para decidir el futuro de la estación, Navacerrada ha servido como telón de fondo de otro enfrentamiento entre el Gobierno de Pedro Sánchez y comunidades autónomas gobernadas por el PP, Castilla y León y la Comunidad de Madrid de Isabel Díaz Ayuso, que criticó que la idea del cierre responde a «criterios políticos e ideológicos». Para Díaz Ayuso, el Gobierno sólo quiere que «se sigan sus postulados» y no busca el consenso con los sectores afectados, como los gestores de la estación, los trabajadores y los vecino de los municipios cercanos, con comercios y hostelería, así como las escuelas de esquí y los empresas de alquileres y las propias comunidades autónomas. Pero mientras el Supremo se lo piensa, la estación de Navacerrada volverá a permitir esquiar un invierno más.