El artista segoviano Alberto Reguera regresa tras una década de ausencia a Bruselas, la ciudad que acogió su primera exposición individual fuera de España. Allí, el próximo jueves, 9 de enero, inaugurará en la Galería Faider su exposición 'La couleur physique', una amplia propuesta que reúne 32 obras en multitud de formatos, desde pequeños cubos matéricos hasta grandes lienzos de más de dos metros de alto por dos metros de ancho, realizadas todas ellas en los último trece años.
Además, según confirma el artista en declaraciones a Ical, tras esta exposición Reguera pasará a formar parte de la nómina permanente de artistas de la galería, que trabaja con creadores como James Brown, Michel Mouffe, Pierre Soulages, el escultor Rainer Gross, Michel Kravagna o el japonés Takesada Matsutani, uno de los pintores japoneses vivos más cotizados.
La exposición reunirá obras que describen su evolución desde 2011, y es una excelente ocasión para constatar cómo ha ido progresando "desde el concepto bidimensional al tridimensional en pintura, con incursiones regresando a la pintura plana, aunque reflejando la experiencia de haber experimentado con el volumen".
La muestra, que ocupará las dos grandes plantas de la galería y que permanecerá abierta al público hasta el 17 de febrero, acogerá también una pieza de instalación pictórica que da título a la muestra, formada por un grupo de obras trabajadas por todos sus lados, y que reposan en el suelo. El espectador podrá rodear con su mirada o su propio cuerpo, estas pinturas que se han independizado del muro.
De esa forma, el volumen en la pintura y su relación con el espacio, así como la temática de la monocromía, serán protagonistas en la exposición, donde los visitantes podrán disfrutar de pinturas con relieve, recubiertas de pigmentos que cubren los lados del cuadro.
Ese es el caso de la obra tridimensional 'Des nuages qui explendent la lumière', realizada en 2024, donde su luz ultramarina contrasta con sus bordes en blanco de titanio con pigmentos de plata, o en 'Intense coucher de soleil', frechada en 2023, donde predominan diferentes rojos, desde el bermellón al rojo solintor. Todo ello además de obras más recientes como 'Fragment d´émerveillant soleil'.
Una trayectoria en mutación
Desde el principio de su carrera, Alberto Reguera se sintió atraído por el movimiento de abstracción lírica surgido en Francia en los años cincuenta. Admiraba su capacidad para poetizar los sentimientos expresando instantáneas emocionales a través de gestos pictóricos plasmados en el lienzo. Entre estos artistas se encontraban Gérard Schneider, Hartung, Nicolas de Staël, Jean-Paul Riopelle, Camille Bryen, Olivier Debré, Tal Coat y Soulages. Más tarde, sin rechazar esta influencia, encontró inspiración en los expresionistas americanos, tanto en el movimiento del 'campo de visión' como en el 'action painting'. Esta última le sirvió de inspiración para componer sus denominados 'cuadros en expansión'.
A continuación, el paisaje exterior que ha contemplado se interioriza y sintetiza sobre el lienzo. Se trata de abstraer de forma extrema lo más esencial del paisaje, para pintar "paisajes interiores". La fuente de inspiración, el paisaje, tiene como eje fundamental los escenarios de su memoria, que hacen referencia directa a Castilla, donde nació en 1961. El pintor sigue influido por estos paisajes castellanos, con su austeridad cromática y vibrante a la vez, sus amplios horizontes que separan sus vetas de tierra amarilla y dorada de los intensos cielos azules y blancos, invadidos por una luz casi cegadora. Pero el pintor también encuentra inspiración en sus viajes, entendiendo el viaje como una forma de vida. Sus cuadros tratan de transformar la naturaleza que contempló en sus viajes por Noruega, Nueva Zelanda y Australia en "paisajes interiores".
Otra fuente de inspiración procede de los pintores románticos que utilizaron las nubes como elemento estético para desarrollar una rica paleta de colores. Estas nubes, sus volúmenes, sus texturas celestes y sus transparencias sirven para representar el universo abstracto que caracteriza su pintura. En este sentido, artistas como Caspar David Friedrich, Carus, Constable, Christian Dahl y Turner han contribuido a su imaginario.