Isabel I, reina en Segovia

M.Galindo
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El Museo Zuloaga abre una exposición que define el legado histórico de Isabel la Católica a través de documentos, las artes, la cultura y el urbanismo de la época de su reinado

Un rayo de sol ilumina las salas de la exposición en el Museo Zuloaga - Foto: Rosa Blanco

El año 2024 ha dejado como uno de sus más importantes legados culturales la conmemoración del 550 aniversario de la proclamación de Isabel I como Reina de Castilla, que tuvo lugar en la Real Iglesia de San Miguel el 13  de diciembre de 1474. Han sido muchos los eventos culturales y divulgativos los que se han celebrado en los pasados 12 meses para conmemorar este hecho histórico que tuvo a Segovia como marco, y el corolario a esta celebración se prolongará durante el primer trimestre de 2025 con la exposición "1474. Isabel I, reina en Segovia" organizada por la Consejería de Cultura de la Junta de Castilla y León y el Ayuntamiento de Segovia. Las salas expositivas del Museo Zuloaga acogen hasta el 30 de abril la muestra que reune cerca de un centenar de documentos y piezas artísticas de singular importancia por su valor histórico y patrimonial que son el mejor resumen de un periodo histórico que supuso el salto a la modernidad de la España del siglo XV aún anclada en el medievo.

Los muros de la antigua iglesia de San Juan de los Caballeros son el marco idóneo para una exposición que se marca como objetivo dar a conocer la vinculación de Segovia con la reina Isabel de Castilla, mas allá de la proclamación, ya que enmarca el inicio de su reinado en el contexto histórico de una época convulsa pero llena de matices históricos muchos de ellos poco conocidos.

El director del Museo de Segovia, Santiago Martínez Caballero, ha sido el responsable en colaboración con Cristina Gómez de comisariar y diseñar la exposición, que cuenta con documentos y piezas cedidas por la Diputación de Segovia; el Ayuntamiento de Segovia y su Archivo Municipal, así como los ayuntamientos de Aguilafuente, Cuéllar y Sepúlveda, la Catedral y su Archivo Capitular, el Obispado y las parroquias de San Miguel y San Martín de Segovia y las de Aguilafuente, El Muyo y San Pedro de Gaíllos. También han cedido obras el Archivo Duque de Alburquerque, de Cuéllar y la colección particular de Fermín de los Reyes.

La exposición se estructura en forma de áreas temáticas en las que se enmarca todo el periplo histórico vinculado a la proclamación de la reina. Asi, se analiza la relación entre la dinastía regia de los Trastámara y Segovia y la del poder regio con la nobleza y oligarquías. De igual modo, se expone el urbanismo de Segovia en "la ciudad de Isabel", la relación entre política y devoción, y el papel de Segovia como foco cultural y artístico en la época.

Martínez Caballero señala que Segovia «es el necesario ámbito de referencia para comprender la importancia de un acontecimiento como la proclamación de la reina, que supuso el punto de partida de un gobierno que hizo transitar por nuevos cauces y perspectivas al reino».  De este modo, señaló que en la época de los Trastamara Segovia era ya una ciudad que tenía una posición central en el reino, siendo una de las sedes más representativas del poder Real de Castilla, que se acrecentó en la época de Enrique IV, que fijó su residencia en la ciudad y la convirtió en sede de su actividad política, lo que supuso un gran estímulo económico y demográfico en su desarrollo.
En paralelo a este desarrollo, Segovia ve cómo se incrementa la importancia de la nobleza y la oligarquía de la época, que afianza su poder con la administración de amplios territorios de Segovia y que se implica en las luchas por la sucesión de Enrique IV.

La muestra dedica un importante apartado a analizar el urbanismo y el paisaje urbano de Segovia durante la época, donde ya se configuraba el actual recinto amurallado entre los cauces fluviales del eresma y el Clamores, con el Alcázar como fortaleza y expresión del poder de la corona. Así, pueden verse planos de la ciudad que muestran su configuración y la importancia de nuevos proyectos urbanísticos como la construcción del convento de Santa Cruz la Real o el reemplazo de nuevas arcadas en el Acueducto para sustituir las que estaban perdidas o deterioradas.

La efervescencia económica de la Segovia de la reina Isabel llevó a convertir a Segovia en un importante foco cultural y artístico, que ha dejado en la ciudad un gran número de piezas artísticas de artistas del Renacimiento de primer orden. En este sentido, Santiago Martínez Caballlero señala que la reina ejerció una importante labor de mecenazgo cultural, donde la imprenta tuvo un papel muy destacado para el impulso de libros y documentos con los que afianzar su liderazgo político. Así, la impresión del «Sinodal de Aguilafuente» en 1472 abrió los ojos a la monarca por las posibilidades que abría a la edición de libros y documentos, por lo que impulsó su uso incentivando la llegada de impresores y tipógrafos extranjeros.

En el ámbito artístico, fueron muchos los artistas destacados que llegaron a Segovia no solo de la mano de la realeza, sino de nobles y congregaciones religiosas que quisieron dejar la impronta de su recuerdo con artistas de la talla de Pedro Berruguete, el Maestro de las Clavellinas o de las Once Mil Vírgenes, con obras como la «Misa de San Gregorio» o el «Llanto por el Cristo muerto», como algunos de los ejemplos que pueden verse en la exposición.

La oferta expositiva se complementa con la edición de un magnífico catálogo que reune no solo las piezas que se pueden ver en la muestra, sino una serie de textos que contextualizan las distintas facetas históricas que se exponen, escritos por historiadores e investigadores de la talla de Antonio Ruiz Hernando, Eduardo Juárez, Fermín de los Reyes, Susana Vilches, Ubaldo Martínez-Falero o Bonifacio Bartolomé, entre otros.
A lo largo del tiempo que permanezca abierta la exposición, se organizarán visitas guiadas temáticas  en las que se explicará la muestra tanto a nivel general como en sus distintas áreas temáticas, lo que añadirá un valor didáctico.