Hay pequeñas distancias que salvan un mundo. 700 metros es la distancia que separa la rotonda del Pastor a la otra rotonda donde finaliza la Calle Campos de Castilla, un poco más allá del edificio CIDE. Desde ese punto parte la carretera que accede a la estación del AVE.
Esa nueva calle para la ciudad es una de las promesas del equipo de gobierno municipal que dirige José Mazarías, el cual esta semana ha consumido un año de los cuatro que tiene para cumplir con el basto programa de promesas con el que le eligieron los segovianos.
Ese nuevo vial debería acercar la estación del tren moderno a la ciudad, y ser la espina dorsal de un nuevo barrio, denominado hasta ahora como el Sector Bonal, pero que no tiene visos de avanzar demasiado.
Les propongo un ejercicio, métanse en la web de catastro y podrán fantasear con las nuevas calles y parcelas ya trazadas en los sectores A y B de la ciudad. Para situar al despistado, las fincas, ahora son pastos y de corte rústico, y van desde la variante SG-20 hasta el barrio de La Albuera. Los otros límites son el barranco del rio Eresma en los antiguos polvorines, y la Avenida Don Juan de Borbón. Pero en el Sector Bonal, las calles ni se vislumbran ni en los mapas digitales, ni mucho menos esa posible nueva vía que sería la avenida de acceso a la estación del AVE.
Todo esto me viene a la memoria, tras la propuesta del PSOE de Palazuelos de Eresma, de manos de su portavoz, Jaime Villalba, que solicita en una moción al pleno municipal el desarrollo de un nuevo vial que una la estación del AVE con la rotonda ubicada en la entrada de "El Carrascalejo". En ese caso, la distancia sería de 1,7 km, pero sería de gran servicio para los vecinos de la localidad, y yo le sumo que también a los residentes de todos los municipios del alfoz que acceder a ella rápidamente desde la circunvalación.
Entiendo que seria una gran medida que acortaría trayectos y evitaría rodeos. A su vez daría fluidez a la actual rotonda de acceso, donde la Choricera, especialmente en las horas punta de acceso y salida de la estación de trenes de alta velocidad de Guiomar.
Otro proyecto del que se habló en el pasado, era una carretera desde la rotonda de las Peñas del Erizo en la carretera de La Granja, cuya separación a Guiomar es de más de dos kilómetros. El objetivo era acercar el futuro Palacio de Congresos y toda la zona residencial y empresarial que en su día se llamó de Segovia 21, y que hace más de una década proyectó la Diputación de Segovia. Poco se sabe de la evolución del Palacio de Congresos que tanta polémica despertó en su proyecto y construcción, y del que desconocemos su estado y fecha de inauguración. Otro día si quieren hablamos de la estética de ese cubo de colores en pleno entorno serrano y natural.
Sorprende lo poco que se habla en los medios locales de este proyecto, en confrontación con el seguimiento que se ha hecho en los últimos años del CAT primero, y ahora denominado CIDE. El tan necesario y urgente proyecto para la ciudad y provincia de un Palacio de Congresos, que al igual que sucede con la Estación del AVE, se estableció lejos del núcleo de población, para luego tener que realizar calles y viales nuevos que lo acerquen.
En fin, que cada mañana una romería de coches y autobuses urbanos enfila los entornos de la Ermita de Juarrillos, no para ver salir el sol dando vueltas como se hacia antaño en la mañana de San Juan, si no para coger el tren y ganarse el pan en Madrid. Ahora que se calcula la huella ambiental de toda nuestra actividad, un nuevo vial acortaría el recorrido, los tiempos de acceso, el consumo de combustible y por tanto la contaminación.
Mi apuesta sería por el acceso desde el Carrascalejo, un acceso cómodo y rápido para todos los que residen en municipios del alfoz que abarcan desde Bernuy de Porreros hasta Palazuelos de Eresma, así como a barrios de la ciudad como San Lorenzo o incluso el Casco Antiguo. Veremos si algún día vemos desarrollado alguna de las opciones propuestas.