Otra forma de ver el arte. Eso es lo que intenta Noemí Soler con su proyecto Pareidolia, un espacio dedicado al arte en El Espinar. Y es que la pareidolia es definida como un fenómeno psicológico que permite a los humanos ver rostros, caras o figuras en cualquier superficie o área. Así, la idea de ver más allá siempre está presente dentro de las paredes de su local.
Gracias a este proyecto, el cual es también su vocación, Noemí Soler ha sido galardonada con el primer premio del concurso de la Asociación de Empresarias de Castilla y León a la Mejor Emprendedora Rural de la Comunidad de 2024. Soler, licenciada en Bellas Artes y especializada en conservación y restauración de Bienes Culturales, es una restauradora con más de 15 años de experiencia. Una experiencia que ahora acerca a los vecinos de El Espinar, una localidad a llegó a vivir hace no mucho por su cercanía a Madrid, donde se encontraba su empleo, pero el cual decidió cambiar al ver oportunidades en la villa. «Al principio me propusieron dar clases de dibujo en el Centro Joven y a raíz de ahí ví que había demanda, incluso los mismos alumnos me invitaban a abrir un local y dedicarme a ello. Y nos lanzamos casi promovidos por esa necesidad», apunta. Una opción que revela, «encajaba con su proyecto de vida».
Así, la idea se ha convertido en un proyecto de emprendimiento formativo de carácter cultural, artístico y social basado en el acercamiento y desarrollo del arte y la cultura a través de diversas líneas de desarrollo. Entre ellas, Soler apuesta por acercar a la gente joven la idea de que se puede vivir del arte. «Todavía nos cuesta entender cuando nuestros hijos nos dicen que quieren ser artistas», explica, y en eso basa su lucha, en demostrar que el arte tiene mucho potencial.
Para ello, ofrece cursos regulares de dibujo y pintura, el cual se enfoca sobre todo en el desarrollo de la parte técnica. «Para esto partimos de que tengan un buen dominio del dibujo. Pero aquí sobre todo nos enfocamos en lo que, por así decirlo, no se suele enseñar. Les enseñamos los ingredientes para cocinar basándonos en cómo se van a comportar los materiales, como por ejemplo un lápiz: qué tipo de grafito tiene, qué composición, cómo se comporta en los distintos soportes, etc». Todo esto, apunta a que es una metodología que «empodera» a los alumnos.
Además, se llevan a cabo dibujos de desnudo, algo que Soler considera «muy raro en el medio rural».
A esto se suman otras iniciativas, como 'El invitado del mes', un proyecto en el que invitan a un artista segoviano con el objetivo de que muestre su trayectoria laboral. Soler explica también que trabajan como un 'programa de inserción social' para dar a conocer a todos aquellos nuevos vecinos de la zona las tradiciones del lugar. «Hacemos visitas al Archivo Local, hablamos de los antiguos inviernos en El Espinar, participamos en las visitas guiadas 'Presume de pueblo' organizadas por el Ayuntamiento, etc», actividades que buscan dar a conocer la historia del municipio». Además, en lo que respecta al patrimonio la escuela participa en trabajos de restauración y gestión cultural a través de asesorías privadas.
«Hemos hecho todo lo que se nos ha ocurrido e intentamos abordar todo lo que nos piden», apunta. Y es que el arte «deja una maleta de información muy grande a futuro para los más pequeños, un ocio sano para los jóvenes y una evasión total para los adultos. Dibujar te absorbe todos los sentidos».
De cara al futuro, señala que su objetivo es continuar con «las iniciativas y actividades y aprovechar el entorno , además de que estamos abiertos siempre a colaborar con los negocios y proyectos locales».