Parece una obviedad, y más en una capital turística como Segovia, el hecho de poder contar en la ciudad con aseos públicos dignos que permitan a turistas y ciudadanos poder aliviar sus necesidades fisiológicas sin necesidad de recurrir a los baños de los bares donde hay que pagar el peaje de una consumición para justificar el acceso a sus instalaciones. A fecha de hoy, la capital no cuenta con aseos públicos desde que el pasado año el Ayuntamiento decidiera clausurar los de la Plaza Mayor a la espera de poder abordar un proyecto de remodelación ya presupuestado.
Pasarán varios meses hasta que los baños situados junto a la Catedral vuelvan a abrir sus puertas ya con una nueva organización, pero las alternativas no mejoran la situación. Los baños ubicados en los aparcamientos subterráneos de la Avenida del Padre Claret y del Acueducto, en la Estación de Autobuses a no están señalizadas y son poco conocidas, y el aseo del Centro de Recepción de Visitantes permanece cerrado por problemas originados por las no resueltas filtraciones de agua procedentes de la terraza de Santa Columba, que desaconsejan su apertura al público.
Para mas inri, el Ayuntamiento anunció ayer el cierre de los baños públicos en el santuario de La Fuencisla, ante el mal estado de los restos de muro de antiguas edificaciones ubicados en el borde de la cornisa existente en la ladera situada al norte.
Este es el panorama que se encuentran no solo quienes visitan la ciudad, sino todos aquellos ciudadanos que ante una urgencia urinaria no pueden recurrir a los baños públicos, y son los bares y restaurantes quienes asumen de mejor o peor forma este servicio.
Mariano Vela, guía turístico en Segovia, pone el acento en la necesidad de contar con una mínima infraestructura que permita a los turistas poder acceder a un baño público y defiende la posibilidad de instalar aseos portátiles «de una forma discreta» en las zonas más visitadas de la ciudad. Como ejemplo, señala que en una ocasión «recibimos un grupo de 50 niños que al poner en pie en Segovia querían hacer pis, y tuvimos que repartirlos por varios bares junto a los profesores para que pudieran hacer pis, ya que un menor no puede entrar solo a un bar».
Son los niños y las personas mayores quienes demandan la posibilidad de poder usar el aseo, y Vela considera que «aunque no es la mejor solución, podría habilitarse aseos portátiles, porque es algo que ya están haciendo en otras ciudades, sin menoscabo de poder contar con espacios como la Plaza Mayor o el Centro de Recepción de Visitantes debidamente acondicionados».
Desde el Ayuntamiento se trabaja ya para la licitación del proyecto de remodelación de los baños de la Plaza Mayor, que contará con un presupuesto superior a los 140.000 euros, y prevé la modificación de las actuales instalaciones y su adaptación en lo posible a condiciones de accesibilidad y habitabilidad con una bajada única, eliminando una de las escaleras actuales y realizando una nueva cubierta ajardinada respetuosa con el entorno.
No obstante, se mantendrán los pilaretes de entrada de las escaleras actuales como testigo histórico. En este proyecto se tiene como condicionante su ubicación en un entorno BIC de gran valor patrimonial y la imposibilidad de generar volúmenes extra, tanto a nivel superior como en incremento de superficie bajo rasante.
Ligado a este problema está el incremento de las sanciones por orinar en la via pública que contempla la Ordenanza Municipal de Convivencia Ciudadana, aunque este asunto tiene más que ver con las conductas incívicas de los ciudadanos que con la falta de infraestructuras. Así, los datos de la Concejalía señalan que el pasado año se tramitaron un total de 177 denuncias por este motivo, de las que quedan por resolver 44, y tres de ellas han sido calificadas como graves por haber sido realizadas en el entorno de espacios de especial significación por el patrimonio histórico.
La concejala de Seguridad Ciudadana Raquel Alonso argumenta que la sanción comienza a mostrar su eficacia «aunque es una lástima tener que recurrir a un procedimiento sancionador para este tipo de conductas, cuando lo suyo sería apelar al civismo y a la convivencia para evitarlas», y precisa que las patrullas de policía de barrio de la Policía Local mantendrán la vigilancia para controlar y sancionar a quienes decidan usar las calles como mingitorios.
Por otra parte, Alonso señaló que el Ayuntamiento maneja la posibilidad - y ya la ha aplicado- de instalar aseos portátiles en espectáculos y actuaciones culturales con gran afluencia de público, pero descarta inicialmente poder hacerlo en fines de semana, al considerar que la acción coercitiva de la Policía Local puede ir acabando con estas conductas.