La revista que cuenta la historia de Segovia

M.Galindo
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La Real Academia de San Quirce celebra este año el 75 aniversario de la publicación 'Estudios Segovianos', santo y seña de la actividad investigadora y divulgativa de la institución

Juan Manuel Moreno hojea uno de los ejemplares de la revista que se conservan en la sede de la Academia - Foto: Rosa Blanco

En otoño de 1949 la Universidad Popular Segoviana publicaba el primer número de la revista 'Estudios Segovianos', en cuyo número fundacional, sus responsables justificaban el lanzamiento  por el deseo de esta institución "de vincularnos a la tierra segoviana, de ganar en profundidad lo que se pierde en extensión y a la creencia de que lo que nosotros descuidemos en este aspecto quedará sin hacer". Han pasado 75 años desde aquella declaración de intenciones, y la Real Academia de Historia y Arte de San Quirce, que tomó el relevo de la Universidad Popular segoviana, mantiene sin mover un ápice los objetivos de una revista que ya ha editado más de 120 números y por cuyas páginas han pasado los más prestigiosos investigadores, historiadores e intelectuales del siglo XX y del primer tercio ya del siglo XXI, dejando un legado de cerca de 3.500 artículos en los que se ha desgranado la historia más reciente de Segovia y su provincia.

Llegados a este punto, la Academia de San Quirce quiere hacer un pequeño alto en el camino para echar la vista atrás y ver con perspectiva el trabajo realizado en estos primeros tres cuartos de siglo de historia, y como no podría ser de otra manera, reflejar el pasado y el futuro de la revista en un número conmemorativo que se editará presumiblemente a finales de año.
Juan Manuel Moreno es el coordinador de  publicaciones de la Academia, y es junto a Carlos Álvaro, secretario de esta sección y el Consejo de redacción integrado por los académicos de mérito y número de la institución quienes se encargan de la confección de la revista, que tiene una periodicidad anual desde el año 1988.

A partir del mes de junio, los responsables comienzan a reclamar los artículos que conformarán la revista, que surgen por iniciativa de los propios autores o a sugerencia de la propia academia. Arte, historia, geografía, etnografía… la revista siempre ha tenido un carácter multidisciplinar que la Academia ha cuidado, y que ha permitido contar con colaboraciones de investigadores e intelectuales de la talla de Lafuente Ferrari, Gil Farrés, Sánchez Cantón, Gili Gaya, así como los segovianos Luis Felipe de Peñalosa, Juan de Contreras y López de Ayala, Manuela Villalpando o Mariano Grau entre otros.

Moreno atribuye el impulso inicial de esta publicación a Mariano Quintanilla, que fue quien propuso la publicación de la revista  heredera del espíritu de su precursora 'Universidad y tierra' que editó cinco números en 1934 y 1936 respectivamente, y que junto a Juan de Vera y Manuela Villalpando pergeñaron la recuperación de la revista y su progresivo prestigio tanto en el ámbito provincial como en el regional.

A lo largo de su historia, la publicación se ha visto afectada por los distintos avatares económicos y sociales en la provincia, y la escasez de recursos obligó incluso a interrumpir su publicación en 1976 con la edición del tomo vigésimo octavo. La enferemedad de Juan de Vera y las estrecheces económicas de la Academia motivaron un parón de doce años que sirvió para retomar el impulso en 1988, ya con periodicidad anual y con la colaboración de la Diputación de Segovia, que desde entonces financia la edición a través de un convenio interinstitucional.

El valor principal de esta publicación es para Moreno el análisis que realiza del pasado de Segovia a través de la sucesión de hechos y actividades ocurridos durante siglos, lo que le convierte en una herramienta fundamental para conocer y documentar la historia de la provincia. Sobre este aspecto, Carlos Álvaro precisa como ejemplo que 'Estudios Segovianos' es uno de los documentos esenciales para explicar el paso de Antonio Machado por Segovia a través de los distintos artículos publicados por la materia, y así lo entienden los muchos investigadores que recurren para ello a la revista.
Asimismo, señala que el carácter multidisciplinar de esta publicación hace que los temas hayan sido muy variados, y destaca el monográfico que en 1957 la revista dedicó a Riaza, o el que años más tarde dedicó a Andrés Laguna, con aportaciones muy valiosas sobre su peripecia vital e investigadora.

La revista se ha sometido también a los cambios en el modo de difusión, y la colección completa puede consultarse a través de la página web, lo que la convierte en más accesible para quienes reciben la revista con mayor interés. Pese a ello, la Academia de San Quirce no renuncia al soporte papel y seguirá editando los volúmenes que en la actualidad se distribuyen en las librerías de la capital. Moreno recuerda que en años anteriores se estableció un sistema de suscripción por el que se distribuía a los interesados, pero la digitalización y el acceso a internet la hacen más accesible.
La digitalzación llegó a la revista con la celebración del 50 aniversario en 2001, donde se editó un doble DVD con la colección existente hasta la fecha, y la página web acttualiza periódicamente con los números más recientes, con el lógico margen para su difusión.