Recuerdo con cierta nostalgia la primera vez que escuché a Los Planetas. Pronto me engancharon esos guitarreos distorsionados y, al mismo tiempo, melódicos que, acompañados por unas letras que mezclaban el amor y el desamor con las experiencias más cotidianas de la existencia vital de los jóvenes, se convirtieron en la banda sonora de varias generaciones. Fue un mes de septiembre, durante las fiestas patronales de una villa burgalesa ubicada a la ribera del río Duero que hoy alberga uno de los festivales de música más importantes del país: Aranda de Duero.
En aquellos años el Sonorama era sólo un sueño, bastante ruinoso, de un grupo de jóvenes capitaneados por el bueno de Javier Ajenjo, que sentían predilección por esa banda indie que había exportado su particular sonido desde Granada a aquellos lugares donde la música independiente y las nuevas tendencias de la cultura pop-rock calaban con fuerza.
Poco después, en el año 2000 tocaron por primera vez allí y el idilio fue mutuo. Los Planetas repitieron otros cinco años y el destino, ese que cierra algunos círculos, ha querido que este año Jota y los suyos sean el plato fuerte del arranque del festival, donde actuarán el próximo miércoles con su particular viaje en el tiempo, celebrando las tres décadas de su disco Super 8, un LP que continúa estando vigente y que ha sido influencia y ha servido de inspiración para muchos otros grupos a lo largo de estos últimos 30 años.
El público más veterano tendrá una nueva oportunidad de ver a una de las bandas más importantes del universo indie en España. Los seguidores más fieles, grupis de los de antaño, reverdecerán viejos laureles y los más jóvenes se podrán empapar del sonido y las canciones -¿Qué puedo hacer?, De viaje, Si está bien, Desorden, Brigitte...- que aguantan el paso del tiempo como melódicos himnos con letras introspectivas, melancólicas, casi poéticas, algunas oscuras, que gozan hoy de un marchamo tan actual como a finales del siglo XX.
No hay duda de que la presencia de Los Planetas -será su séptima vez- es una vuelta al origen del Sonoroma Ribera, un sonido y una tendencia que ha marcado a fuego la estética de esta cita musical y que ha inspirado la esencia de un festival cuya seña de identidad ha sido la de apostar por los grupos independientes más emergentes del panorama indie, pop y rock de nuestro país.
Más aniversarios
No solo Los Planetas están de celebración y actuarán en el Sonorama. Al día siguiente, el jueves, Burning también tendrá su hueco en el festival con su gira 50 aniversario. Medio siglo de una banda, que, al igual que los granadinos, sirvieron de ejemplo para muchos otros grupos, con su rock canallesco, que también marcó a toda una generación, aquella que vivió el desenfreno de la denominada movida madrileña, con letras directas, muy urbanas -hoy tachadas de machistas por el movimiento woke- y melodías de guitarras, bajos y teclados mezcladas con una voz sugerente, a veces rota, y una puesta en escena brutal. La inigualable Luz Casal y los míticos OBK también se subirán al escenario ese mismo día.
Otro de los platos fuertes es la presencia de Hombres G. David Summers y los suyos, que llevan algo más de cuatro décadas sobre el escenario, estarán el sábado por méritos propios. El mítico grupo de pop ha sido uno de los más importantes del panorama musical español, estando al pie del cañón de generación en generación, con un sonido y unas letras que encandilaron a millones de seguidores tanto en España como al otro lado del Atlántico y que hoy continúan llenando estadios y cantando sus temas más canallas -Sufre mamón- o sus baladas más románticas -Temblando-. Además, Cómplices o DJ Nano actuarán en esa jornada.
Si el regreso al pasado es uno de los guiños de esta edición del Sonorama Ribera, tampoco faltarán a la cita los grupos y solistas más emergentes del momento. Ladilla Rusa, El columpio asesino, Dani Fernández, Mikel Izal, Sexy Zebras, Shinova, La casa azul, Sidecars o Niña Polaca tendrán, asimismo, su hueco en una cita que transforma a las calles de Aranda de Duero, sobre todo su ya famosa plaza del Trigo, en un escenario sin igual, que rezuma buen rollo por todas sus esquinas y que ha sido el origen de la eclosión de grupos tan emergentes como, entre otros, Vetusta Morla o Arde Bogotá. Y también habrá sorpresas, esas que se irán desvelando durante el festival y que solo ocurren en el Sonorama.