Ni un sólo kilómetro de autovía estrenaron los castellanos y leoneses en 2024, ejercicio en el que la oferta de alta velocidad creció, con la continuidad de los descuentos, la puesta en servicio de nuevos trenes y la llegada de dos operadoras, Ouigo y Avlo. Europa revisó los mapas del Corredor Atlántico, con pequeños retoques en el caso de Castilla y León, pero con la inclusión, por primera vez de la Ruta de la Plata. Además, a mitad de año se produjo el relevo en la Consejería de Movilidad y Transformación Digital.
En el ámbito autonómico la ruptura en julio del pacto entre PP y Vox supuso que la hasta entonces consejera, María González Corral, cediera el testigo de este departamento a José Luis Sanz Merino que garantizó la continuidad de los proyectos. No obstante, se replanteó la elaboración del nuevo Plan de Carreteras y mantuvo su lucha contra la supresión de paradas de tráficos intrautonómicos en las líneas estatales de autobús.
No fue un año de inauguraciones este ejercicio que está a punto de acabar, pero sí de proyectos millonarios. Por un lado, el Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible de Óscar Puente cerró por más de 180 millones el contrato del tramo Aranda-Langa de Duero de la Autovía del Duero (A-11) y por 7,2 millones el de San Martín del Pedroso a la frontera portuguesa.
Los trabajos continúan en tres tramos de la A-11: dos entre Tudela de Duero, Olivares de Duero y Quintanilla de Arriba (Valladolid), que finalizarán el próximo año, y en la conexión de la variante de Aranda con la N-122 en entorno de Castrillo de la Vega. También siguen en marcha las obras en el tramo Fuensaúco-Villar del Campo de la Autovía de Navarra (A-15) y entre Quintanaortuño y Montorio de la Autovía Burgos-Aguilar de Campo (A-73).
Además, avanzaron los trabajos para rematar los viaductos del Castro, de la Autovía del Noroeste (A-6), sometida a obras de rehabilitación del firme en varias provincias. También, un argayo complicó la circulación por la Autopista del Huerna (AP-66). Tras unas semanas a contrarreloj, se restableció el paso mientras se retira el material y se estabiliza la ladera en Lena (Asturias).
En materia viaria, el nuevo consejero Sanz Merino sometió a estudio la posibilidad de sustituir el tradicional Plan de Carreteras por una estrategia, más adaptada al escenario actual. Además, mantuvo como prioridad terminar la Variante de Guardo (Palencia), la principal obra, así como la construcción de la de Salas de los Infantes, con una inversión en ambas infraestructuras de más de 24,5 millones.
También puso en servicio gran parte de las ocho pistas ciclistas, con una inversión de 15,7 millones y se contrató la modernización y adecuación urbana de travesías, para lo que se destinarán más de nueve millones de euros, mejorando la seguridad vial en 30 travesías que cuentan con parada de transporte público.
Ferrocarriles
En materia ferroviaria, la alta velocidad 'low cost' llegó a Castilla y León con el inicio de los servicios de Ouigo entre Valladolid, Segovia, Madrid y Alicante, que tras unos meses de restricción en la oferta, se amplió ya en diciembre con la conexión con Valencia. También Renfe movió ficha e introdujo los Avlo desde Levante primero, después hacia Galicia y Asturias, así como los nuevos Avril que en sus primeras semanas generaron fallos en la operación. Además, recuperó la cuarta frecuencia entre Salamanca y Madrid, largamente demandada.
El año se vio marcado por las obras de ampliación de la estación de Madrid Chamartín, lo que incluso obligó a reducir los trenes hacia el norte y generó algunas incidencias muy criticadas por los usuarios. La incorporación de nuevos trenes alivió la demanda creciente de la alta velocidad, vinculada a las políticas de descuento y gratuidad en la media distancia.
En cuanto a las obras, el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) adjudicó en agosto por 40 millones las obras de construcción del baipás de Olmedo, un enlace de 8,2 kilómetros entre la Línea de Alta Velocidad (LAV) Madrid-Valladolid y la LAV a Galicia, que hará posibles los viajes transversales en alta velocidad por la mitad norte del país. Además, avanzó una inversión de 210 millones para la estación Campo Grande de Valladolid.
Transportes
En el apartado de transportes, la Junta mantuvo su política de gratuidad en los abonos del transporte a la demanda, así como los descuentos, cofinanciados por el Gobierno, en las rutas interurbanas para los viajeros recurrentes. Además, amplío la dotación para mantener las rebajas en los abonos de las líneas de alta velocidad de media distancia, lo que le obligó a movilizar este año 8,02 millones de euros, con la incógnita de qué sucederá en 2025.
De la misma forma avanzó en la renovación del sistema de transporte de viajeros por carretera, si bien dejó aparcado la parte referida a las rutas interurbanas, ante las dudas que generaban la reforma del mapa estatal y la supresión de paradas referidas a tráficos intrautonómicos. En el ámbito metropolitano firmó acuerdos con los ayuntamientos para revisar la oferta existente y diseñar un modelo para el futuro, más integrado y eficiente.
Igualmente, la Consejería estrenó la renovada estación de autobuses de Soria, así como la de León, bautizada como Reina Doña Urraca I, e inició la conexión con la de trenes. También dio los últimos pasos para contratar la intervención en Valladolid, sin renunciar al soterramiento de las vías del tren, pero cumpliendo con la aportación prevista para la operación vigente de integración en superficie.
También presentó en la recta final del año la Estrategia Logística de Castilla y León con un horizonte hasta 2030, que tras un periodo de consultas se aprobará antes de que acabe el ejercicio. Además, puso en servicio el ramal seis kilómetros, con una inversión de siete millones, entre el Puerto Seco y la Terminal de Villafría con el polígono industrial de Castañares, y amplió hasta los 20,5 millones la inversión para construir un acceso a la red ferroviaria en el Polígono Industrial de Villadangos del Páramo (León).
Digitalización y vivienda
Respecto a las políticas de digitalización, la Junta continuó con la ampliación del proyecto Territorio Rural Inteligente, que supera los 3.000 sensores, en más de 400 municipios. Además, el Centro de Supercomputación, Scayle, recibió un impulso con más de 20 millones para la ampliación de la capacidad de cálculo y almacenamiento, la inteligencia artificial o la construcción de una nueva sede. También, vio la luz la línea de ayudas implementada por la Junta para aquellas zonas rurales de la Comunidad que tengan carencias de cobertura de televisión terrestre.
Finalmente, la Junta, con fondos Next Generation, continuó con los proyectos para construir nuevas viviendas en régimen colaborativo para jóvenes, destinadas al alquiler, así como otras dedicadas a la venta. De la misma forma, en la recta final del año convocó de nuevo las ayudas para el pago de la renta de arrendamiento, con algunos cambios para simplificar el proceso.