Tiempo de descuento en las rebajas de verano

M.G.
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El comercio tradicional afronta la campaña estival resignado al embate de las grandes superficies, que se adelantan al periodo oficial

Las grandes cadenas ya adelantan los plazos de rebajas. - Foto: Rosa Blanco

El próximo viernes 1 de julio, el comercio afronta una nueva campaña de rebajas de verano, marcada como en años anteriores por el abrumador liderazgo de las grandes superficies comerciales y las ventas online a través de internet frente a la pertinaz resistencia del comercio tradicional que se defiende a duras penas a base de explotar valores como la proximidad y el servicio personalizado. Hasta finales de agosto, los comercios pondrán en sus escaparates las ofertas más atractivas posibles con las que suscitar el interés de los consumidores, ofreciendo no sólo productos de temporada sino también restos de serie con los que poder hacer acopio  para abordar la temporada de otoño-invierno con los almacenes dispuestos a recibir los artículos con los que renovar su oferta.

Pero las previsiones no son especialmente halagüeñas, a tenor de la valoración que realizan los profesionales del sector. Desde la Federación de Comerciantes de Segovia (FECOSE), su presidente Roberto Manso asegura que desde la liberalización de la ley que regula los periodos de rebajas, su inicio «es un cachondeo», y  señala que algunas grandes franquicias no sólo han iniciado la campaña días antes de la fecha marcada, sino «que ya están anunciando en sus escaparates hasta segundas rebajas».

Así, el responsable de la patronal del comercio vinculada a la Federación Empresarial Segoviana (FES) reconoce que la competencia con los 'gigantes' del sector comercial es «una batalla perdida», y durante este tiempo, el objetivo se centrará en espolear la economía de los hogares segovianos con ofertas basadas en la cercanía y en el mantenimiento de la clientela fija que no ha dejado de confiar en el comercio de proximidad. Manso asegura que estas son las armas para poder luchar contra el imperio de las grandes franquicias y la venta por internet «donde no hay competencia posible, ya que ellos pueden ofrecer precios bajos y un sistema de distribución con el que el cliente conecta desde el primer minuto».

En cualquier caso, las rebajas de verano tienen una menor importancia frente a otros periodos promocionales como las rebajas de invierno o las campañas vinculadas a evenos como San Valentín, el Día de la Madre o el recientemente incorporado 'Black Friday', aunque Manso precisa que es muy difícil extrapolar el porcentaje de facturación anual que supone para una tienda esta campaña estival. «Hay que tener en cuenta muchas variables, ya que la demanda no es la misma en sectores como el calzado, el textil o los electrodomésticos, por poner algunos ejemplos», señala el empresario y comerciante.

Para los comercios, lo más importante en este periodo es, en palabras de Manso, la posibilidad de poder hacer renovación del stockage ponendo a la venta las prendas de temporada a precios más rebajados y dando salida a restos de serie de anteriores temporadas con el fin de que la llegada del otoño-invierno les pille con los almacenes vacíos y el dinero suficiente para afrontar el último trimestre del año. La ropa y el calzado siguen marcando las preferencias de los consumidores, aunque también se suman con cierto éxito otros como los electrodomésticos o los muebles.
No es la de verano una campaña que impulse la creación de empleo en el sector, aunque  Roberto Manso señala que los comercios tienen que cubrir las vacaciones de sus empleados para no mermar la atención al cliente, y se hace a través de contratos temporales de uno o dos meses que normalmente se firman a «jóvenes que buscan un empleo temporal para el verano».


Para abordar este periodo, Manso recomienda a los consumidores segovianos que «no se fijen en los carteles de grandes descuentos en los escaparates, sino que busquen  la diferencia en el precio final con el que el producto tenía antes de lasrebajas», y señala que aunque la ley establece que los productos de rebajas no deben mermar su calidad, los consumidores «tienen que ser prudentes en este sentido, porque las gangas no son a cualquier precio, y hacen bueno aquel refrán de lo barato sale caro».