Porta el dorsal número '8' a la espalda, lleva el pelo rubio y se desempeña en el centro del campo. Pero, con la pelota en los pies, es muy distinto a su ídolo Toni Kroos. Aún así, Fede Valverde se ha convertido en todo un jerarca dentro de la plantilla del Real Madrid, igual que lo fue en su momento el futbolista alemán.
No ha sido un camino fácil para él hasta alcanzar ese estatus. Para lograrlo, ha necesitado seis años desde su llegada al club blanco procedente de Peñarol, cesión incluida al Deportivo de la Coruña. Pero el urguayo ya es un jugador de peso en la escuadra de la capital, con la que ya puede presumir de un destacado palmarés que incluye, entre otros títulos, dos Champions, dos Mundiales de Clubes, dos Supercopas de Europa y tres ligas.
Porque Valverde se ha convertido en un futbolista multidisciplinar sobre el terreno de juego. No cuenta con la elegancia de Kroos, todo un maestro a la hora de controlar el tempo de cada partido,`pero el 'charrúa', a su manera, también ha sabido hacerse un hueco hasta el punto de que el teutón le nombrase su 'heredero' al final del pasado curso, días después de anunciar su retirada del fútbol de élite.
Un honor que se ha labrado gracias a actuaciones como la del pasado domingo contra el Valladolid. Cuando más dudas atravesó el Real Madrid, incapaz de marcar tras una primera parte en la que los merengues se mostraron prácticamente inoperantes en la parcela ofensiva, apareció el centrocampista.
Minuto 50 de partido. Falta cercana al área del equipo pucelano. Valverde, con un potente disparo y tras un posterior toque de Juric, desatasca el partido a balón parado y pone el 1-0 en favor de los de Chamartín.
Instantes después de marcar, fue a abrazarse con su entrenador, Carlo Ancelotti, quien le había insistido en que ejecutase esa acción. Su complicidad con el preparador transalpino es patente, como la confianza que el de Reggiolo tiene depositada en su pupilo.
«Es una suerte tenerlo y creo que Toni Kroos cuando ha dejado el club, ha elegido el futbolista perfecto», llegó a comentar al final del encuentro el preparador transalpino. Su fe en el jugador sudamericano es total.
Así lo reflejan los datos. No se ha perdido ni un solo minuto en los tres encuentros disputados por el cuadro de la capital en lo que va de campaña. Ni en la Supercopa de Europa ni en la competición doméstica.
Destacado
Un guion que repite lo sucedido la pasada campaña. El de Montevideo fue el jugador del Real Madrid que más tiempo estuvo en el terreno de juego, con un total de 4.271 minutos repartidos en 54 partidos, de los que fue titular hasta en un total de 48.
Su alta participación puede explicarse a través de las estadísticas. El pasado curso fue el segundo futbolista con más pases progresivos de la temporada con 297, solo por detrás de Toni Kroos (368) y el cuarto en acciones que condujeron a la creación de goles (17). Lo consiguió sin ser un delantero al uso, pese a que ha llegado a jugar en el pasado en zonas cercanas al área rival.
Pero su desempeño no se limita solo a funciones ofensivas. También en defensa es un jugador efectivo y comprometido, siendo el integrante de la plantilla merengue con más balones sueltos recuperados (215) a lo largo de la 23/24.
Su polivalencia y calidad técnica sobre el césped le avalan y le convierte en indiscutible. Y esta temporada, con la ausencia de Toni Kroos, está obligado a dar un paso al frente. Pero el uruguayo parece preparado y ya ha tomado galones en el Real Madrid. Lo hizo en la Supercopa de Europa, marcando el primer gol del encuentro y recientemente también en el campeonato liguero. Porque Valverde ha tomado el testigo de su ídolo en el conjunto blanco y lo ha hecho con autoridad.