Ante un mercado globalizado y con un nivel de competividad sin precedentes, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, considera que una de las mejores formas de liderar el crecimiento es apostar por la industria alimentaria como una fórmula eficiente de progreso. De esta forma, España seguirá encabezando en 2025 la expansión económica en la Unión Europea (UE) con el impulso de este sector.
Durante la presentación de la Estrategia Nacional de Alimentación en un acto celebrado en el centro de innovación digital La Vega Innova en San Fernando de Henares (Madrid), Sánchez destacó la contribución económica de esta actividad pese a los retos que afronta como el cambio climático y las guerras comerciales.
«Llevamos dos años liderando el crecimiento económico en Europa y vamos a continuar haciéndolo en 2025», vaticinó el jefe del Gobierno, para quien «España está protagonizando una auténtica remontada».
Además, subrayó el momento «extraordinario» que vive el país en el ámbito económico y en especial el agroalimentario, como cuarta potencia exportadora europea y séptima mundial -«no hay sector que ofrezca un saldo comercial más favorable»-, además de aportar un 10% del producto interior bruto (PIB) y 2,9 millones de empleos.
El jefe del Ejecutivo agradeció la «voluntad de acuerdo» mostrada en la elaboración de la Estrategia Nacional de Alimentación, «una auténtica hoja de ruta» en materia agroalimentaria «que servirá no solo para impulsar políticas públicas eficaces, sino también para reforzar la influencia de España en Europa».
El objetivo que se busca es contribuir a consolidar España como una potencia alimentaria mundial y recoge seis desafíos que afronta la cadena para lograr un sistema alimentario sostenible y competitivo.
Entre los retos figuran el abastecimiento estratégico, la eficiencia, el fortalecimiento de las zonas rurales, la alimentación sostenible, la innovación y la tecnología.
Respuesta a Trump
Mientras, el presidente advirtió de que «no hay ningún ganador» ante un posible una guerra comercial tras la amenaza de imposición de aranceles de Trump, porque «todos» pierden, pero alertó de que España será «firme» en defender los intereses del sector agroalimetario. «No hay ningún ganador en una guerra comercial, todos perdemos, especialmente cuando la alimentación es lo que está en juego, porque cuando al final ocurren esas guerras comerciales, los que más sufren las consecuencias siempre son los más vulnerables».