Los toros de la ganadería portuguesa Romão Tenorio han protagonizado este martes el encierro más peligroso de los desarrollados en el municipio segoviano de Cuéllar durante sus fiestas, que se ha saldado con un herido por asta de toro.

La salida de los corrales del Río Cega ha disgregado la manada, aunque los caballistas han cumplido con su función agrupando a las reses para llegar con tiempo de antelación hasta la zona de El Descansadero donde los toros han repuesto fuerzas antes de descender por El Embudo hasta las calles de Cuéllar.

Ha sido en este descenso cuando la manada se ha roto en dos grupos y las reses de la ganadería portuguesa han mostrado su peligrosidad.

Con los tres primeros toros lanzando derrotes hacia las talanqueras, los corredores han protagonizado las primeras carreras por la calle de la Resina y de Las Parras.

Pero el frenazo del tercero de los toros, que ha llegado a darse la vuelta a pocos metros de entrar en la plaza, ha propiciado algunos momentos de tensión, aunque finalmente los pastores han logrado llevarle hasta la plaza antes de la llegada del segundo grupo que ha afrontado la primera parte del recorrido urbano más compacto, aunque en el tramo final uno de los toros se ha quedado rezagado.

Ha sido en la avenida de los Toros donde uno de los corredores ha sufrido un 'puntazi' por parte de uno de los astados, por lo que ha tenido que ser trasladado a la enfermería. Cinco minutos después de iniciada la carrera por las calles de la localidad, han entrado los últimos toros en la plaza poniendo fin al encierro más peligroso hasta la fecha de las Fiestas de Cuéllar