La gacería ya tiene su propio libro de pasatiempos

Nacho Sáez
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Ana Rosa Zamarro, alcaldesa de Cantalejo y difusora de esta jerga, publica 'Garleando ¡Siertería con la gacería!'.

La gacería ya tiene su propio libro de pasatiempos

Con la 'a', ¿una madera?; con la 'm', ¿forma de denominar los dientes?; con la 'p', ¿los dedos?; con la 'v', ¿un pájaro?… La gacería ya tiene su propio rosco de 'Pasapalabra'. Y sopas de letras. Y crucigramas. Todo en un libro titulado 'Garleando ¡Siertería con la gacería!' (Libros desde Tuma) que acaba de publicar Ana Rosa Zamarro, alcaldesa de Cantalejo pero casi más conocida por su labor en la difusión de la gacería. Después de traducir a esta jerga 'El principito' con 'El pitoche engrullón' (Libros desde Tuma, 2022) y recopilar diálogos y poemarios en 'Güeño que me aterves, aunque te pulas sorneando' (Libros desde Tuma, 2024), Zamarro lanza un libro de pasatiempos también con la gacería como protagonista.

'Garleando ¡Siertería con la gacería!' busca convertirse en un instrumento lúdico y didáctico para el aprendizaje, la enseñanza y la práctica de esa jerga característica de Cantalejo. «Es una iniciativa para crear para los niños una nueva forma de jugar con la gacería», añade su autora, comprometida sin ambages en extender el conocimiento de la gacería. Un compromiso que nace en su infancia. «Con mi abuelo jugaba a decir frases y palabras», relata desde la biblioteca infantil del centro cultural de Cantalejo.

Los niños desempeñan un papel clave en la supervivencia de la gacería. «Desde hace varios años, un día a la semana en el colegio hacen palabras, juegos, frases… Tienen muchos recursos, aunque con esta iniciativa de los libros yo creo que lo estamos dando un impulso grandísimo», destaca Zamarro, que con su último libro también quiere contribuir al disfrute intergeneracional. Ha incluido sopas de letras, crucigramas, un 'rosco' como el de 'Pasapalabra' y más juegos tradicionales. «Se trata de descubrir de una manera divertida el léxico de esta variante lingüística cantalejana y facilitar las conversaciones y encuentros entre los mayores y pequeños para el mantenimiento y memoria de la gacería», remarca.

El sentido de pertenencia de Cantalejo es más que sus casas y sus calles. Más que sus empresas y negocios. Más que sus lagunas. Más que sus pinares. Más que sus 3.500 vecinos censados. Es una historia de cientos de años en la que la gacería ejerce como hilo conductor para arraigar el sentimiento de comunidad. «La gacería es una seña de identidad», subraya Zamarro, que recuerda que la inventaron los fabricantes de trillos y aperos de labranza de Cantalejo para distraerse mientras trabajaban en los talleres. Otros apuntan que era su forma de comunicarse cuando viajaban por España para vender sus productos para que no les entendiesen allí donde iban.

Su legado se refleja principalmente en los trillos, la herramienta agrícola utilizada para separar el trigo de la paja que ha viajado en el tiempo para convertir los de Cantalejo en los más famosos (tienen su propio museo), pero también dejaron como herencia cientos de palabras que hoy son orgullo de los briqueros (cantalejanos en castellano). 'Garleando ¡Siertería con la gacería!' incluye tres glosarios que recogen los vocablos incluidos en los juegos y sus descripciones. «Hay 300 o 400 palabras. Uno de los glosarios es de la propia gacería, otro de frases y otro de palabras castellanas que se unían a la gacería y que hacían que fuera más difícil hablarlo», señala Zamarro.

Reconoce su emoción cada vez que descubre una palabra o una expresión nueva: «Me hace mucha ilusión todavía cuando oigo a las personas mayores que dicen alguna palabra que no está recogida. Entonces yo corriendo a por mi lápiz o la intento memorizar o la apunto en el teléfono para que no se olvide porque creo que eso enriquece todavía más la gacería». Y tiene nuevos proyectos en mente. «Una de ellas es que a la entrada del pueblo ponga 'Ciudad de Cantalejo-Vilorio Sierte. Otra iniciativa que me gustaría que llegara es que todas las casas de Cantalejo tuviesen una frase apadrinada y que se hiciesen en forja, de tal manera que pasaras por las calles de Cantalejo y vieras y leyeras frases en gacería. También hay una persona que ha hecho una jota específicamente para el pregón [de las Fiestas] y eso nos va a permitir que la gente reconozca la gacería como otra forma de trabajar el lenguaje», concluye.
Con la 'a', ¿una madera? Astillosa; con la 'm', ¿forma de denominar los dientes? Mordiosos; con la 'p', ¿los dedos? Potín; con la 'v', ¿un pájaro? Volandera. Al 'rosco de la gacería' ya se puede jugar en 'Garleando ¡Siertería con la gacería!'.