Que una empresa familiar y gastronómica como el Grupo Gastronomía José María apueste por un modelo de formación como el que propugna una MBS es algo poco frecuente
Hay una frase por ahí que me gusta mucho que dice que «la calidad de tu liderazgo se muestra en la calidad de tus conversaciones» y esto es una muestra de ello. José María Ruiz y Rocío Ruiz tienen muchas conversaciones acerca de cómo quieren desplegar el proyecto de Gastronomía José María y hay un momento en el que aparece la palabra formación. Esta es una parte del legado que ellos se plantean al pensar que si hay cosas que estamos haciendo bien cómo podemos aportar valor a los demás.
La conversación empieza con la posibilidad de impulsar algún proyecto relacionado con la formación en la técnica con una escuela de gastronomía, pero ya hay una escuela de gastronomía en Segovia y no es eso lo que queríamos, porque entendemos que ahí no vamos a aportar un valor especial. Ahi es donde intervengo yo y les digo a ambos que donde son ejemplares es en la gestión, porque no es fácil que una familia empresaria sea capaz de gestionar un proyecto empresarial de manera adecuada y ellos mismos hablan de cómo comparten esa inquietud muchas veces con otras empresas familiares
De este modo, preparamos un esbozo del proyecto que se llama escuela de negocios y ahí es cuando nace el proyecto de MBS que por recordarlo tiene tres pilares: el primero es la empresa familiar: el segundo pilar es la gastronomía desde la perspectiva de la gestión, y el tercero quizás el más amplio es el universo del liderazgo, al final cualquier persona que lidera cualquier proyecto normalmente siente que a sus capacidades técnicas le faltan a veces las herramientas de gestión de personas.
La creación de esta escuela de negocio forma parte de una cultura empresarial que no sé si está muy muy arraigada en el sector gastronómico teniendo en cuenta que es un sector muy de corto plazo. No sé si entre sus objetivos está también proporcionar esa cultura de de la formación que pueda faltar.
Indudablemente. Creo que es obvio que hay una necesidad de transformación del sector, y en todas las conversaciones sectoriales que aparecen en cualquier mesa relacionada con el ámbito empresarial, el ámbito de la empresa familiar el ámbito de las propia federaciones de empresarios, etcétera, siempre aparece la necesidad de una transformación en este ámbito porque hay síntomas que lo demandan. La realidad te muestra que no hay buenos líderes, hay mucha necesidad de potenciar el liderazgo en todo tipo de organizaciones y en el sector de la hostelería también, teniendo en cuenta que ha sido un sector que tradicionalmente no ha puesto el foco ahí y las carencias quizás se hacen aún más evidente. Yo tengo experiencia en Latinoamérica especialmente en Perú y me llama mucho la atención como la formación universitaria en Perú si está focalizada el ámbito de la gastronomía y cómo se forman personas para la gestión. En España comienza a haber brotes verdes, y MBS puede ser uno de ellos, pero no es habitual y creo que es bueno que haya este tipo de impulsos.
En el arranque de este proyecto, ¿cuál está siendo la respuesta hacia la oferta de la Escuela de Negocios?
Tenemos una doble vertiente. Una tiene que ver con establecer alianzas con universidades o escuelas de negocios donde recibimos aquí a grupos, y esa primera línea no requiere de la respuesta local y ahí vamos muy bien porque ya hemos recibido varios grupos de varios países de Latinoamérica con varias universidades con alianzas concretas y reciben formaciones concretas.
Las iniciativas que hemos hecho en concreto en Segovia para lanzar programas de formación para segovianos han sido capaces de salir adelante. no hemos tenido que suspender ninguna formación aunque tampoco nos hemos encontrado una fila de personas en la puerta. Es evidente que ha costado trabajo, pero estamos muy contentos. Soy consciente del lugar en el que estoy porque estamos en una población como Segovia que no es lo mismo que lanzar un programa en Madrid en Barcelona o en Sevilla donde tienes un público objetivo razonablemente amplio.
La puesta en marcha del programa de expertos a partir del mes de marzo es quien nos va a dar la toma de temperatura real de las posibilidades de este tipo de proyectos en la ciudad y somos muy optimistas. Ya tenemos inscritos y el objetivo sería conseguir un grupo entre 12 y 15 personas, ya que de pasar de ese número habría que hacer una segunda edición. Tratamos de que la formación sea lo más personalizada posible, el objetivo en estos programas expertos nunca es llenar un aula, sino tener un grupo lo suficientemente adecuado para poder aportarles el valor que queremos aportar.