Desde que el pasado 3 de diciembre se diera a conocer la noticia del relevo episcopal en la Diócesis, poco a poco se van sucediendo encuentros y actos a modo de despedida del que ha sido Obispo de Segovia durante la última década, César Franco
Así, cumpliendo con la tradición episcopal, Monseñor Franco ha querido donar su cruz pectoral de plata a la Virgen de la Fuencisla, patrona de Segovia y su tierra. Un acto cargado de simbolismo que tuvo lugar en el propio Santuario de las Peñas Grajeras.
La lectura y firma del acta de donación por parte del propio obispo César y Ángel Miguel Alonso, rector del santuario, tuvo lugar en la Sacristía Mayor en presencia de la presidenta de la Real Cofradía de Nuestra Señora de la Fuencisla, Carmen Martín, y del directivo cofrade Julio Borreguero para, a continuación, acceder al camarín. Allí, se rezó la Salve y se colocó el pectoral a la Virgen como muestra de agradecimiento tras la donación.
De este modo, monseñor Franco renueva la tradición de sus antecesores en el cargo que dejaron a los pies de la patrona de Segovia sus cruces pectorales que les identifican como obispos, tal como hicieron de forma más reciente el fallecido obispo Luis Gutiérrez y el actual obispo emérito ángel Rubio.
El que será obispo emérito de Segovia a partir del 18 de enero - fecha en la que tendrá lugar la toma de posesión de su sucesor en la diócesis monseñor Jesús Vidal Chamorro -, se despedirá oficialmente de la diócesis en una solemne eucaristía que tendrá lugar mañana sábado 11 de enero a las 11,00 h en la Santa Iglesia Catedral, donde presidirá su última celebración como administrador apostólico de Segovia.
En la edición de la revista diocesana mensual 'Iglesia en Segovia', Monseñor Franco se dirige a la comunidad diocesana de Segovia en una carta en la que no sólo agradece la acogida «austera y sincera» que la provincia le ha dispensado durante estos diez años al frente de la Iglesia en Segovia, sino que asegura llevar en el corazón «vivencias hermosas de fieles cristianos que me han acogido con la alegría de quienes acogen a Cristo». De igual forma, asegura que en esta nueva etapa pastoral como obispo emérito «rezaré por Segovia y por sus necesidades», y reclama a los católicos segovianos su fidelidad a Dios como garante de la historia de salvación que hace en cada uno de ellos.