El Ministerio de Sanidad ha puesto negro sobre blanco una realidad que en Segovia se hizo muy evidente al estallar la pandemia. Un informe del departamento que dirige Mónica García ha revelado que España necesita 100.000 enfermeras más para alcanzar las ratios de la Unión Europea. Una cifra que en la provincia de Segovia es de 769, según el sindicato Satse, que en su caso toma como referencia los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrrollo Económico OCDE.
«Las altas tasas de estrés, ansiedad, 'burnout' y otras consecuencias para su salud que sufren las enfermeras y enfermeros de forma permanente por la excesiva sobrecarga laboral se verían reducidas si se cuenta con un número de enfermeras suficientes y adecuadas a las cargas de trabajo existentes», apunta la secretaria provincial de Satse, Miriam Rubio, que a lo largo de los últimos años ha denunciado varios episodios de riesgo por la falta de estas profesionales.
La provincia de Segovia dispone de menos de la mitad de las enfermeras por cada 1.000 habitantes que registran los países de la OCDE. En estas naciones, la ratio es de 9,04 enfermeras por cada 1.000 habitantes, mientras que Segovia, con aproximadamente 667 enfermeras en Sacyl y una población de 157.299 habitantes, tiene una ratio de 4,2 profesionales enfermeras. Según Satse, la Dirección de Enfermería del Hospital General de Segovia lleva quince años sin aumentar la plantilla de enfermeras del servicio de Urgencias pese al aumento exponencial del número de pacientes que acuden a urgencias en los últimos años.
Una única enfermera ha llegado a asumir 160 pacientes en un turno de doce horas, según el propio sindicato. «La media de pacientes que son atendidos por una sola enfermera en un hospital oscila entre los quince y más de veinte, cuando la ratio segura y adecuada no debería superar los ocho pacientes. Esta situación conlleva más riesgos y complicaciones y un aumento de las muertes, según evidencian todos los estudios y análisis científicos realizados al respecto. Se debe garantizar la seguridad asistencial a través de un número suficiente de enfermeras y enfermeros en los hospitales y centros de salud de Segovia», insiste Rubio.
En cuanto a la tasa de enfermeras en labores asistenciales en equipos de Atención Primaria por cada 1.000 habitantes en 2022, la ratio promedio del Sistema Nacional de Salud es de 0,7. La Rioja tiene la tasa más alta (0,90), seguida de Extremadura y Castilla y León (0,86 en ambos). Ceuta y Melilla, junto con Madrid, tienen la tasa más baja (0,51). Respecto a las que trabajan en hospitales del Sistema Nacional de Salud (SNS), la tasa en España es de 3,6 por cada 1.000 habitantes. Navarra destaca con la tasa más alta (6,03), seguida de Aragón (4,55), Asturias (4,54) y País Vasco (4,53). El resto de las autonomías presentan tasas cercanas a la media nacional, con Castilla y León en el 3,87, según Ical.
Satse ha liderado una Iniciativa Legislativa Popular (ILP) que busca garantizar por ley un número máximo de pacientes por cada enfermera y ofrecer así una atención sanitaria más segura y de mayor calidad. «Desde hace años hemos denunciado que las plantillas son insuficientes para cubrir las necesidades asistenciales», concluye la secretaria provincial del sindicato.
La presidenta del Colegio de Enfermería de Segovia, María José Uñón, también ha expresado su postura sobre ese estudio del Ministerio de Sanidad que revela que España está muy por debajo de las ratios europeas de plantillas de enfermería. Un documento de 236 páginas que analiza numerosos parámetros. "En Segovia lo que hay que hacer es aumentar las plantillas orgánicas tanto en la atención hospitalaria como en la Atención Primaria, y es un trabajo que se tiene que hacer desde las consejerías", señala Uñón, que no obstante destaca que la situación en Castilla y León es mejor que en otras comunidades autónomas.
"Hay que hacer un análisis de cada pues de cada comunidad y de las poblaciones que hay", continúa la presidenta del Colegio de Enfermería. "No es lo mismo atender una población mayor que una población más joven. Igual que en un hospital no es lo mismo estar en una planta que tiene una intensidad de cuidados mayor que en una que tiene unos cuidados que necesitan una intensidad menor de cuidados. También hay que valorar los motivos por los que las plantillas se plantean dejar la profesión, que no tienen nada que ver en Castilla y León con otras comunidades. Aquí es por un problema de salud físico o psíquico".
Uñón no cree que las enfermeras vivan en la actualidad una situación de estrés alarmante en Segovia, pero advierte que hay que cuidar a las profesionales. "Nos tienen contratado a un número importante de enfermeras sobre plantilla en Atención Primaria y en el Hospital. Lo importante es que se mantengan esas enfermeras porque todo va a redundar en la calidad asistencial", concluye.