La Asociación Segovia Sur y CaixaBank han entregado los premios al emprendimiento rural dentro del programa 'Tierra de oportunidades' a cuatro emprendedores que han puesto en marcha sus proyectos recientemente dentro del territorio de Segovia Sur. Éstos han recaído en Mónica de Andrés Tabuenca, por su marca de peluches, muñecas de trapo y accesorios 'Monatabú' de San Cristóbal de Segovia; en Marie Sylvestre y Rubén López por su empresa de parque de aventura en los árboles de San Rafael 'De pino a pino'; en Alexia Lozano Molina por su iniciativa ganadera y agroalimentaria 'La Cabrera'; y en Álvaro Taboada y María Ferre por la empresa 'Cursoriam' para el renting de bicicletas de carretera desde Navas de Riofrío.
Estos han sido seleccionadas como los cuatro mejores proyectos innovadores ubicados dentro del ámbito geográfico de Segovia Sur y por ello han recibido un premio en metálico de 1.000 euros cada uno así como su participación en una formación junto con el resto de las iniciativas premiadas en toda España, un total de 130 empresas.
Además, CaixaBank ha puesto a disposición de los proyectos seleccionados la posibilidad de incorporarse a la incubadora rural a un programa de formación online de la mano de RuralTalent, para conectarlos con otros emprendedores rurales y ofrecerles una formación transversal online de hasta 35 horas.
El objetivo de esta convocatoria es reconocer, apoyar y visibilizar a las personas emprendedoras y a las empresas del territorio con proyectos diferenciadores, innovadores que a su vez generen empleo y contribuyan a fijar población en el medio rural. En cuanto al programa Tierra de Oportunidades, tiene como finalidad impulsar la creación de empleo, el emprendimiento y la fijación de población en el entorno rural y, así, aportar soluciones al Reto Demográfico del país, donde más del 80% de los 8.131 municipios tienen menos de 5.000 habitantes y la pérdida de población es continua. El foco principal del programa es el emprendedor rural como vía de dinamización del entorno rural y protagonista de proyectos con futuro, bien por tener una idea a punto de lanzarse, o bien por crear una nueva línea para negocio en una pequeña empresa que está en proceso de crecimiento.
Ilusión por una idea sobre rudas pionera en España
Álvaro Taboada y María Ferre - Propietarios de la empresa Cursoriam Bikes
La alternativa a la compra de una bicicleta de carretera es Cursoriam Bikes, empresa de renting fundada por Álvaro Taboada y María Ferre con sede en Navas de Riofrío.
La empresa se constituyó formalmente en marzo de 2023, pero la idea nació unos meses antes debido a la afición de Álvaro al ciclismo. «Yo toda la vida había visto ciclismo, pero hasta que no vinimos a vivir a Segovia no empecé a practicarlo realmente». «Muchas veces los entornos rurales invitan muchísimo a esto, y más con estos paisajes», añade María Ferre, su compañera en esta andadura sobre dos ruedas.
Taboada apunta que hace unos años varios de sus amigos se habían comprado una bicicleta de carretera, lo que supone una gran inversión, algo que él no podía permitirse, pero sí que podía alquilarla. «Me puse a investigar como cliente y resultó que no en España no existía este servicio».
El proceso de renting de bicicletas es fácil y se realiza a demanda del cliente: «Le damos al ciclista la flexibilidad de que elija cualquier bici del mercado. Ya una vez que cerramos el contrato, adquirimos la bicicleta y la ponemos en servicio enviándola a cualquier lugar de España», con la única condición de que el cliente se comprometa a alquilarla durante un rango de fechas de entre los dos y los cuatro años con una cuota mensual que incluye también el mantenimiento de la bicicleta y el seguro. Pero aunque finalice el compromiso, no lo hace la vida de la bicicleta ya que se le ofrece al cliente la posibilidad de terminar de pagarla para adquirirla o se procedería a la venta en el mercado de segunda mano.
Apuesta por mantener los oficios artesanos
Alexia Lozano - En proceso de tener su propio rebaño de cabras y elaborar queso
Alexia Lozano dejó su trabajo como pedagoga en Madrid para intentar mantener vivos dos oficios que poco a poco van cayendo en el olvido: el pastoreo y la elaboración de quesos artesanos.
«Cada vez veía más claro que el aprendizaje y la estimulación están en el campo, donde se pueda sentir, oler, etc. Entonces las cuatro paredes empezaron a agobiarme y decidí que lo que quería era trabajar con las manos». Y así, Alexia cambió sus prioridades hace cuatro años y empezó a formarse tanto para pastorear como para llevar a cabo la elaboración de productos derivados de la leche ordeñada, como es el caso del queso.
Por el momento, el sueño de tener su propio rebaño de cabras está en proceso, y espera que en primavera se haga posible. Aunque mientras tanto va practicando lo que ha aprendido, y es que es la encargada de pastorear un rebaño de ovejas en Espirdo y trabaja en la fabricación de los quesos en el municipio. En cuanto a la rentabilidad, Lozano tiene claro que «hay que trabajar mucho», pero que un rebaño puede ser rentable si transforma la leche. «Son muchas horas hasta que consigues llevar el producto a la tienda. No solamente es ordeñar al animal, hay que hacer el queso hoy, por la tarde hay que meterlos en salmuera, sacarlos al día siguiente, voltearlos todas las semanas...», pero aún con todo y eso, Alexia desvela que la costaba más ir a trabajar a Madrid que dedicar su tiempo a ello, lo que la gusta. Además, su proyecto incluye un lado «romántico» con el objetivo de dar a conocer su trabajo de forma altruista.
Constancia por conseguir un sueño en la naturaleza
Rubén López y Marie Sylvestre - Propietarios de 'De pino a pino'
El nombre de esta empresa no podía ser más acertado: De pino a pino. Y es que ese es el recorrido que hacen los que se atreven a visitar este parque de aventuras ubicado en lo alto de los árboles de San Rafael.
El proyecto se inició en 2006, pero no ha sido hasta el verano de 2023 cuando se ha podido hacer realidad. «Nosotros somos los precursores de los parques de aventura en España. Inauguramos el primero en 2004 en Navafría, luego abrimos otro en Navacerrada y otro en Burgos. En 2006 lo intentamos montar por primera vez en San Rafael, y desde entonces hemos estado detrás del proyecto. Ahora, gracias al apoyo del equipo de gobierno de El Espinar se ha hecho realidad. El 50% del proyecto ha sido nuestro trabajo e ilusión, y el otro 50% ha sido el apoyo del alcalde», explica Rubén López.
El parque de aventuras ofrece actividades para mayores de seis años en un paraje único, declarado reserva de la biosfera. «Hay circuitos de diferentes alturas y de diferentes dificultades en función de la edad y el perfil de cada persona. Empiezas a unos dos metros de altura y terminas a unos doce, pero siempre vas con un sistema de seguridad». Además, sus propietarios revelan que las instalaciones no dañan el entorno, sino que las atracciones se encuentran integradas en el bosque. «Ésto también va a ayudar a crear muchas sinergias turísticas porque la clientela que venga de otras ciudades como Segovia, Madrid o Valladolid van a requerir servicios de restauración u otros entretenimientos», apunta Marie Sylvestre.
El afán por hacer lo que más te apasiona
Mónica de Andrés - Propietaria de Monatabú
La moda va en el ADN de Mónica de Andrés, propietaria de la empresa Monatabú. Ella, que trabajaba como diseñadora en Inditex, cambió su empleo por montar su propia marca de diseño y producción artesanal muñecas de trapo, peluches y accesorios para los más pequeños de la casa.
«Tras diez años como autónoma, en plena pandemia sanitaria por el Covid-19 mi cabeza dijo 'hasta aquí'», y es que un día de limpieza encontró cajas y cajas de muñecas y mantas que ella misma elaboraba como salvoconducto en los momentos de estrés máximo. «Dije que algo tenía que hacer con todo eso y tras meses dándolo vueltas, decidí crear mi tienda», revela. Una tienda en la que cada producto es una pieza única. «Hay ocasiones en las que, si me sobra tela, puedo llegar a hacer dos packs iguales, pero es muy excepcionalmente porque por lo general los productos más importantes son modelos únicos que luego no voy a volver a repetir, como es el caso de las muñecas. En las cositas pequeñas como los chupeteros sí que hago más unidades».
Y eso conlleva mucho trabajo. «Yo me levanto a las 7 de la mañana y no paro. Hago una pausa para comer y me vuelvo a sentar hasta las 9 de la noche. Y así todos los días», y es que su labor no sólo consiste en realizar las muñecas, sino que también hay que gestionar los pedidos, realizar el packaging, actualizar las redes sociales de la marca, y una larga lista que va llenando las horas del día. Aún así, Mónica no tira la toalla y en un futuro se ve expandiéndose más allá de la frontera española.